LOS ANGELES.- Millares de manifestantes en apoyo de diversas causas salieron hoy lunes a las calles para protestar durante la convención nacional del Partido Demócrata, entre medidas de seguridad desusadamente estrictas.
Los activistas organizaron protestas contra la codicia empresarial, los abusos de las compañías petroleras y la ausencia de reformas financieras, entre otras causas.
Se había preparado un desfile de muñecos, una marcha de los "Multimillonarios a favor de Bush (o Gore)" y un concierto frente al salón de convenciones Staples Center a cargo de Rage Against the Machine, una popular banda de rock.
No hubo incidentes destacados en una ciudad ocupada por agentes de policía, muchos con equipo antimotines y recorrida por hombres en patrulleros, motos, a caballo y en helicópteros.
Pero los delegados que llegaban ayer parecían desconcertados al ver la gran presencia policial y las medidas de seguridad, incluyendo una cerca de casi cuatro metros de altura alrededor del Staples Center, donde se realiza la convención.
"Es bien visible, la cerca y los perros guardianes. Y se ven numerosos policías", se sorprendió Mary Ray, delegada de Carmel, Indiana, que participa por primera vez en una convención.
En la mayor protesta del día, más de 3.500 manifestantes ruidosos que exigían la libertad de un preso condenado a muerte, recibieron una lluvia refrescante por cortesía del Departamento de Bomberos.
La protesta del mediodía en apoyo del periodista Mumia Abu-Jamal, condenado a muerte por el asesinato de un policía de Filadelfia en 1981, recorrió 12 cuadras del distrito de los joyeros.
Hacia el final se produjo la única detención del día, de un joven entre varios que trataban de escalar la cerca.
Activistas contra el aborto realizaron una marcha de unos tres kilómetros, vociferando consignas y exhibiendo fotografías truculentas de fetos. Los partidarios del derecho al aborto los acompañaron en todo el trayecto, acosándolos a gritos.
La policía de Los Angeles justificó las medidas de seguridad al recordar las protestas en la reciente convención republicana en Filadelfia y sobre todo los disturbios que frustraron la reunión de la Organización Mundial de Comercio en Seattle, a fines del año pasado.
