TAIPEI.- El tifón Bilis, que alcanzó Taiwán anoche y continuó azotando el país esta madrugada, causó la muerte de al menos tres personas y decenas de heridos, a la vez que dejó caos en el tráfico, sacó árboles de raíz y causó desprendimientos de tierras.
Según reportes de las autoridades locales, al menos 21 personas resultaron heridas y otras diez continuaban desaparecidas en la mañana del miércoles.
Entre los desaparecidos se cuentan nueve trabajadores que quedaron sepultados por un desprendimiento de tierras en la región montañosa central de Taiwán.
Integrantes de las fuerzas de rescate estiman que las posibilidades de sobrevivencia de los trabajadores son muy pocas.
La tormenta arribó a la costa sudeste a las 22.00 (local) del martes, y se desató torrencialmente en toda la isla con lluvias. Se cortaron las líneas de energía y unos 450.000 hogares quedaron en la oscuridad, de los cuales 300.000 recuperaron la luz esta mañana.
Un hombre fue enterrado en vida por los desprendimientos cuando se cayó una pared en un nuevo botadero de basura. Además, una mujer se electrocutó con un cable caído de energía.
Varios de los heridos fueron alcanzados por objetos que caían o vidrios rotos.
Bilis causó desprendimientos de tierras en las montañas centrales y forzó así el traslado de cientos de residentes a refugios temporarios.
En Hualien, la ciudad más grande en la costa este, las calles se llenaron de vidrios rotos y carteles publicitarios arrancados por el viento.
"La población se está quedando en sus hogares porque salir es peligroso", le dijo un reportero de Hualien a la Broadcasting Corporation de China.
Casi toda la isla fue afectada por la tormenta y las fuertes lluvias. Según datos de la institución meteorológica en la capital Taipei, Bilis es el viento huracanado más fuerte desde 1994, y recién hoy seguiría su curso hacia la costa china, donde se lo espera al mediodía (local de hoy).
Según las autoridades de metereología en Taiwan, el tifón ya se ha debilitado.
