BUENOS AIRES.- El senador justicialista Eduardo Menem renunció a su banca y precisó que presentará su dimisión ante la Legislatura riojana, que es la que lo designó para ocupar una banca en la Cámara alta. Así lo confirmó el vocero del legislador, Carlos Bertacini, quien consignó que el legislador dará a conocer públicamente su renuncia durante la tarde a través de un comunicado de prensa.
Los otros dos senadores riojanos Jorge Yoma, justicialista, y Raúl Galván, radical, también renunciaron a sus bancas en la Cámara alta, con lo que se sumaron en una acción conjunta a la decisión adoptada hace instantes por Eduardo Menem.
De esta forma y según confirmaron fuentes legislativas ya suman tres los legisladores que decidieron alejarse de sus cargos a raíz del escándalo por la presunta existencia de sobornos en la sanción de la ley de reforma laboral. En tanto Eduardo Bauzá y Angel Pardo renunciaron a sus fueros.
El escándalo que ha puesto en crisis a las instituciones de este país llegó a su máxima tensión con la afirmación pública del juez Carlos Liporaci, a cargo de la investigación, quien aseguró que los sobornos "han existido" y fueron "probados en la etapa de instrucción".
El magistrado investiga si los sobornos pagados a los senadores para aprobar una ley para reformar la legislación laboral, aprobada en abril pasado, fueron pagados por algún funcionario del Gobierno y financiados por dinero público.
Suspensión de inmunidad
El juez Liporaci pidió hoy al Senado que disponga la suspensión de la inmunidad parlamentaria de ocho senadores -siete peronistas y un radical- debido a que tiene la idea de tomarles una declaración en las que pueden surgir "preguntas de cargo" o "incriminatorias", que no puede hacerles en una audiencia testimonial.
Esos senadores son Eduardo Bauzá, Ramón Ortega, Angel Pardo, Alberto Tell, Emilio Cantarero, Remo Constanzo, Ricardo Branda y Javier Meneghini.
Algunos de ellos renunciaron o renunciarán a sus fueros por propia voluntad, pero el Senado tiene previsto reunirse el próximo martes para tratar la cuestión y, eventualmente, conceder todos los desafueros que reclame Liporaci, quien advirtió que otros senadores pueden ser alcanzados en el escándalo.
Este nuevo capítulo en el escándalo que envuelve a la clase política argentina se desató mientras el Presidente Fernando de la Rúa se encontraba en Brasil, adonde viajó este jueves para asistir a una reunión con sus colegas de Suramérica.
La jefatura del Estado quedó en manos del vicepresidente Carlos Alvarez, quien, tras haber sido el principal impulsor de la investigación desde el Poder Ejecutivo, libra una abierta lucha con senadores del oficialismo y la oposición, lo que le enfrenta también con algunos sectores del Gobierno.
Alvarez, líder del Frente País Solidario (FREPASO), socio menor del radicalismo en la Alianza gobernante, llegó a sugerir que está dispuesto a dejar de presidir las sesiones del Senado, acaso la mayor atribución que la Constitución le reserva a su cargo.
Rumores de renuncia en el gobierno
En medio de la crisis, surgieron hoy versiones sobre presuntas renuncias en el Gobierno, aunque los rumores no fueron confirmados ni desmentidos desde el Poder Ejecutivo.
Los funcionarios más salpicados por el caso son el ministro de Trabajo, Alberto Flamarique, y el jefe de los servicios secretos, Fernando de Santibañes, a quienes se señala como los hombres con mayor poder de negociación durante las gestiones previas a la sanción de la reforma laboral.
Preguntado sobre estos posibles cambios en el gabinete, el portavoz presidencial, Darío Lopérfido, dijo escuetamente: "No puedo confirmar eso".
El Presidente De la Rúa ha dicho que si alguno de sus funcionarios "han transgredido" la línea ética que debe marcar a su Gobierno será "separado y enviado a la Justicia".
