MOSCU.- Las autoridades rusas afirmaron hoy lunes que los niveles de radiactividad siguen siendo normales en el mar de Barents tras el naufragio del submarino nuclear "Kursk", mientras el Ministerio de Defensa sigue privilegiando la hipótesis de un choque con un submarino extranjero.
Ninguna estación meteorológica de la región notó un aumento de la radiactividad en la zona del naufragio, ocurrido el pasado 12 de agosto, o en las costas de la península de Kola (noroeste de Rusia), explicó Zoía Mokrusova, una responsable de la oficina de meterología rusa, en declaraciones a la agencia Interfax.
Según ella, la radiactividad no aumentó respecto a los niveles observados habitualmente en esta región. La mayoría de los expertos descartaron la posibilidad de un importante desastre ecológico tras el naufragio del "Kursk", aunque evocaron riesgos de escapes radiactivos de una amplitud variable.
Respecto a las causas del naufragio, que causó la muerte de los 118 tripulantes, el número dos del Estado Mayor ruso, general Valeri Manilov, afirmó que se sigue privilegiando la hipótesis de un choque con un submarino extranjero.
"Existen confirmaciones indirectas", declaró Manilov, citado por Interfax. Según él, los equipos de rescate rusos descubrieron "restos que se parecen a las barreras de protección de una torre de un submarino nuclear, estadounidense o inglés", a unos 50 metros del lugar del naufragio.
El general ruso precisó que, por el momento, fue imposible recuperar estos restos y agregó que buques de guerra rusos están vigilando la zona.
Estadounidenses y británicos desmintieron varias veces que un submarino suyo haya colisionado con el "Kursk".
