LA PAZ.- Un paro del transporte público de 24 horas en esta ciudad dejó hoy a miles de personas sin poder asistir a sus empleos y desarrollar con normalidad sus actividades.
Los huelguistas reclaman que la Superintendencia de Transportes anule una resolución que prohíbe el uso de un tercer asiento en la parte delantera de taxis colectivos, que hasta ahora podían llevar a cinco pasajeros.
Los propietarios de los vehículos conocidos como "trufis" pidieron al superintendente de Transportes, Jaime Aliaga, 30 días de plazo para adaptar ese tercer asiento, mediante el cambio de posición del freno de mano, encima del cual ponían hasta ahora un almohadón para que viajara el segundo pasajero.
Aliaga no dio curso a esa solicitud pero autorizó a los choferes de esos vehículos a cobrar un equivalente a 51 centavos de dólar el pasaje, en vez de los 48 centavos que cobraban hasta ahora.
Los gremios del transporte decidieron apoyar hoy la protesta y amenazaron con un nuevo paro el próximo 14 de septiembre, esta vez a nivel nacional.
En algunos barrios los huelguistas levantaron barricadas para impedir el paso de cualquier vehículo.
Otros grupos bloquearon arterias vitales de La Paz, donde rompieron los vidrios de los automóviles que circulaban, rayaron los automóviles y golpearon y vejaron a los conductores, obligándolos a bajarse los pantalones.
A lo largo de muchas calles de La Paz se podía ver esta mañana a centenares de personas que esperaban algún tipo de transporte para acudir a sus empleos.
Otros grupos numerosos de personas caminaban rumbo al centro de la ciudad, donde se encuentran la mayoría de las dependencias de la Administración Pública y el sector privado.
El gobierno instruyó hoy que se diera a los empleados una tolerancia de media hora para la llegada y que se implantara el horario continuo, para que los trabajadores pudieran salir hacia sus domicilios lo más temprano posible, ante la posibilidad de que tengan que caminar varios kilómetros.
