BOGOTA.- Enfermos y enfrentando riesgos de seguridad, fueron trasladados hoy viernes a una prisión en el suroeste del país, los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, líderes del cartel de Cali, informó el Ministro de Justicia Rómulo González Trujillo.
Los hermanos Rodríguez Orejuela, que en la década pasada eran los mas poderosos narcotraficantes de Colombia y del mundo, estaban recluidos desde hace cuatro años en un pabellón de alta seguridad de la cárcel La Picota de Bogotá y fueron trasladados a la prisión de Palmira.
Gilberto, el mayor de 58 años, está condenado a 10 años y medio y padece de problemas cardíacos y Miguel de 57, que purga 21 años de prisión, tiene complicaciones renales.
"Los certificados médicos indican que uno tiene una avanzada afección coronaria y el otro una afección renal que les impiden estar en estas tierras", dijo el Ministro de Justicia, en una entrevista con la cadena radial Caracol.
Bogotá, ciudad situada a 2.600 metros de altura, no es apropiada para este tipo de enfermos. Palmira, ciudad cercana a Cali, está a 1.003 metros sobre el nivel del mar.
El Ministro de Justicia dijo que también estaban circulando rumores sobre riesgos de seguridad para los dos capos de la droga, en medio de una profunda crisis carcelaria que se refleja en diarios amotinamientos, asesinatos y fugas de los penales.
"Con la situación que hay en las cárceles hay mucha información que uno no sabe si es evidente o no, pero hay que tomar medidas para evitar un desenlace fatal", afirmó el Ministro de Justicia.
Agregó que la cárcel de Palmira está bajo el control de la policía y "es muy segura" por lo cual son remotas las posibilidades de fuga de los dos cabecillas del narcotráfico o atentados contra ellos.
Sin embargo, en la cárcel de Palmira fue asesinado el 5 de noviembre de 1998 Helmer Herrera Buitrago, otro de los cabecillas del cartel de Cali, por un pistolero que ingresó a la cárcel haciéndose pasar por abogado defensor de un preso.
Pablo Escobar Gaviria, el más célebre y temido de los narcotraficantes que controló un imperio con las fortunas que amasó el cartel de Medellín, también se escapó de la cárcel de La Catedral en junio de 1992 y estuvo prófugo hasta que fue localizado y muerto por la policía en diciembre de 1993.
