BUENOS AIRES.- Un sector de los camioneros argentinos ingresaron hoy lunes a un segundo día de huelga en reclamo de rebajas en el precio del diesel y en las tarifas de los peajes en las carreteras del país.
La protesta -impulsada por una de las tres cámaras que nuclean a los transportistas y el sindicato de choferes de camiones- afectó el ingreso de vacunos en el mercado de hacienda de Buenos Aires, el más importante del país, donde apenas entraron el lunes 472 cabezas, frente a un promedio de unos 12.000 animales cada inicio de semana.
El gobierno aún no brindó información oficial sobre las consecuencias de la medida en el interior del país, pero testigos afirmaron que se nota una importante ausencia de camiones en las carreteras.
"Nosotros pedimos en primer lugar el gasoil -diesel- (...) a 42 centavos (centavos por litro) en la boca de cualquier surtidor de cualquier marca", dijo en declaraciones radiales Carlos Christensen, portavoz de la Confederación Nacional de Transporte Argentino (CNTA), en referencia a los reclamos de los transportistas.
Los precios de los combustibles y los peajes de Argentina son muy altos en comparación con los niveles internacionales. El litro de diesel ronda los 50 centavos de dólar.
"La adhesión es total", afirmó Christensen. Sin embargo, el portavoz aclaró que la huelga no perjudicaría el transporte de alimentos perecederos, como la leche.
En abril, una huelga de camioneros obligó a empresarios del sector lácteo a desechar parte de su producción, que se hechó a perder ante la falta de transporte.
Las otras cámaras que nuclean a los camioneros no se plegaron a la huelga, luego de aceptar el jueves las promesas del gobierno de rebajas en los precios del combustible y tarifas de peaje.
Entre los beneficios que prometió el Ministerio de Infraestructura y Vivienda para detener la protesta figuran una rebaja de 50 por ciento en los peajes que abonan los camioneros y un descuento de 11,5 por ciento en el precio del diesel.
Pese a la promesa oficial, CNTA decidió mantener la protesta porque no confía en que las medidas realmente se concreten.
