JERUSALEN.- Los episodios de intolerancia y odio entre grupos extremistas de la población árabe y judía se extienden en Israel como una mancha de petróleo.
Grupos de manifestantes lanzaron hoy piedras en Umm El Fahm, ciudad árabe del centro-norte del país, obligando a la policía a cerrar el tráfico de la arteria que rodea la ciudad.
Esta ciudad ya había sido escena hace una semana de violentos desórdenes durante los cuales dos habitantes fueron muertos a tiros por la policía.
En Tel Aviv, en un barrio popular, grupos de habitantes judíos salieron a las calles a gritar frases contra los árabes.
Asimismo, según fuentes, extremistas intentaron incendiar una mezquita.
Por otra parte, en Jerusalén este hubo pedradas entre árabes e israelíes, mientras el alcalde Ehud Olmert llamó a la calma a la población de la ciudad y a no hacer "justicia por mano propia".
Además, se registraron desórdenes en otras ciudades del país, en particular el centro norte, que obligaron a las autoridades a cerrar el tráfico automotriz en las principales arterias.