BRASILIA.- Más de 224 millones de pobres existen en las naciones latinoamericanas, de los cuales 54,1 millones viven en Brasil, según sendos estudios conocidos hoy de un organismo internacional y otro nacional.
El informe de la Comisión Económica para América Latina, (CEPAL), de las Naciones Unidas, subraya que del total de 224 millones de pobres, 117 millones son menores de 20 años que no cuentan con fuentes fijas de empleo y acceder a condiciones aceptables de alimentación, estudio, vivienda y otros.
La CEPAL también sostiene que hubo un rebrote de la pobreza en América Latina entre 1998 y 1999 debido a la crisis económica que causó la caída del Producto Interno Bruto, (PIB), y que ha impedido a los gobiernos desarrollar programas de reactivación y de empleo y mucho menos ejecutar programas de alcance social que beneficien a los sectores más afectados.
El estudio solamente hace una salvedad al mencionar a México, donde señala que hubo un incremento del 1,6 % en el poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores.
El informe coincide con otro realizado por el Instituto de Investigación Económica Aplicada, (IPEA), dependiente del Ministerio de Planeamiento, que sostiene que en Brasil 54,1 millones de personas, de una población de 159,9 millones, sufre los rigores de la pobreza.
Peor aún, de ese total, unos 13,1 millones pasaron a las condiciones de indigencia.
De acuerdo con el estudio, entre 1998 y 1999 el número de personas afectadas por la pobreza se habría incrementado en 3,1 millones.
La secretaria de asistencia social del gobierno, Wanda Engel, explicó que hay regiones en Brasil donde la pobreza solamente es comparable con la se registra en Mozambique y en Sierra Leona.
El secretario general de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, (CNBB), monseñor Raymundo Damasceno, manifestó hoy su preocupación por el incremento de los índices de pobreza y advirtió que ese hecho "puede provocar protestas sociales difíciles de controlar, si es que el gobierno no adopta medidas urgentes".
El prelado anotó que la estabilización de la economía promovida por el ejecutivo "es insuficiente para derrotar a la pobreza" y por ello convocó a los políticos a promover programas creativos que reactiven la economía y den preferencia por la solución de la crisis social.
Agregó que hay importantes sectores de la población que claman por la solución de los problemas "que deben ser escuchados por los líderes políticos con la aprobación de propuestas positivas, como la reactivación económica que den lugar a la creación de fuentes de empleo bien remuneradas".
