MANAOS, Brasil.- Desde Tierra del Fuego hasta Canadá, la seguridad del continente americano estará en el centro de las conversaciones de la IV Conferencia Ministerial de Defensa que este martes se inicia en la capital de la Amazonia brasileña, Manaos, en presencia del secretario de esa cartera estadounidense William Cohen.
Aunque no está en la agenda de la reunión que se prolongará hasta el jueves, el Plan Colombia de lucha contra el narcotráfico y sus consecuencias imprevisibles para la región será uno de los puntos destacados de las sesiones de los grupos de trabajo y bilaterales, en particular entre los ministros de la propia Colombia, Estados Unidos, Brasil, Ecuador, Perú, Panamá y Venezuela.
Y es que, aunque hasta diciembre no está prevista la puesta en marcha del Plan Colombia de Andrés Pastrana, que cuenta con el apoyo militar y financiero de 1.300 millones de dólares de Washington, ya se han dejado sentir los efectos en los países vecinos.
Más de un millar de desplazados civiles que huyen del recrudecimiento del conflicto entre las guerrillas izquierdistas y los paramilitares de extrema derecha han cruzado la frontera ecuatoriana, mientras que tanto en las fronteras panameña y venezolana se han registrado conflictos.
Cohen, en unas declaraciones realizadas a bordo del avión que lo trasladó de Washington, dejó claro que Estados Unidos no va a "dictar" una respuesta regional a la crisis colombiana, pero aseguró que "ésta es una oportunidad para que todos los países de la región discutan cuál es la mejor manera de cooperar o abordar lo que está aconteciendo en Colombia".
El Presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso estará encargado de abrir hacia las 11h00 locales esta conferencia, en la que participan 27 ministros de Defensa y otras organizaciones americanas.
Brasil, que intenta ejercer un papel de liderazgo en la región como ya quedó demostrado con la cumbre de presidentes sudamericanos celebrada en Brasilia el 31 de agosto y 1 de septiembre, defenderá su posición de no injerencia en los asuntos internos de otros Estados.
"No habrá declaración conjunta" de los ministros, señaló a su llegada al Hotel Tropical, sede de la reunión en la selva amazónica, el titular de Defensa brasileño, Geraldo Quintao, que ha hecho hincapié en que los países "preserven su capacidad de autodefensa".
Prevista inicialmente en Río de Janeiro, la celebración de esta reunión bianual en plena selva amazónica no es casualidad. Fronteriza con Bolivia, Colombia y Venezuela; la Amazonia brasileña, 'pulmón del planeta', ha empezado a prepararse para controlar el crimen organizado, en particular el narcotráfico, y la protección más eficaz del medio ambiente, gracias al Sistema de Vigilancia y de Protección de la Amazonia que estará en pleno funcionamiento a partir de 2002.
Mientras tanto, la Policía Federal ha iniciado el refuerzo de la vigilancia de sus 1.600 km de frontera con Colombia para prevenir lo que a todos los países les gustaría evitar: el traslado de los narcocultivos y del narcotráfico, así como del conflicto armado a su territorio, lo que puede provocar el Plan Colombia.
Esta es la cuarta conferencia tras las realizadas en la ciudad estadounidense de Williamsburg en 1995; San Carlos de Bariloche (Argentina) en 1996 y Cartagena de Indias (Colombia) en 1998, en las que se hizo hincapié en el reforzamiento de la democracia, la mejora de las relaciones entre civiles y militares en materia de defensa y la búsqueda de la solución pacífica y negociada a las conflictos.
