JERUSALEN/GINEBRA.- Israel rechazó hoy la resolución de condena a las violaciones de los derechos humanos en este país que la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra, había aprobado en la víspera con 19 votos a favor y 16 en contra.
En una declaración emitida por el Ministerio de Relaciones Exteriores en Jerusalén se advierte que Israel no va a cooperar, a efectos de la aplicación de la resolución, con la comisión que deberá investigar el origen de la reciente escalada de violencia entre israelíes y palestinos y cuya constitución se reclama en el documento aprobado en Ginebra.
"Esta posición (de Israel) recibirá el apoyo de los 33 países que se abstuvieron o que votaron en contra de la resolución", señala la declaración de la cancillería israelí.
Con los votos a favor de los países árabes, la Comisión de Derechos Humanos de la ONU condena en duros términos a Israel por la actuación de su ejército durante los disturbios que estallaron a finales de septiembre en los territorios palestinos.
La Unión Europea había rechazado la resolución por considerarla totalmente parcial. El texto acusa a Israel de crímenes contra la humanidad y señala explícitamente como detonante de los disturbios, que se han cobrado hasta el momento al menos 105 muertos, la visita del líder opositor derechista israelí Ariel Sharon a la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, el 28 de septiembre.
En la resolución se califican como crímenes de guerra las "amplias, sistemáticas y duras violaciones de los derechos humanos por parte de las fuerzas de ocupación israelíes, especialmente los asesinatos en masa, los castigos colectivos como la destrucción de casas y el cierre de los territorios palestinos".
Además, se ordena la creación de una comisión internacional con la misión de recopilar "informaciones sobre las violaciones de los derechos humanos en los territorios palestinos por la fuerza de ocupación israelí".
Los países árabes, que habían logrado imponer la sesión extraordinaria de la Comisión de Derechos Humanos, celebraron la resolución como una gran victoria.
Sin embargo, el embajador israelí ante la ONU, Yaakov Levy, la condenó por considerarla "parcial, unilateral y sediciosa". Acusó a los palestinos de haber enviado conscientemente a niños a la línea de fuego y criticó que no se haya pronunciado ninguna lamentación por las víctimas israelíes durante los disturbios.
