BUENOS AIRES.- El gobierno argentino anunció el lunes un paquete de medidas para incentivar la inversión privada en el país, cuya economía atraviesa desde hace dos años por un largo estancamiento.
La principal iniciativa incluida en el paquete es una norma que fue enviada al Congreso y que reduce un impuesto que grava el endeudamiento de las empresas a 10 por ciento desde el 15 por ciento.
"No hay crecimiento sin inversión (...) Las medidas que hoy (lunes) estamos anunciando tienen el propósito de desatar en la Argentina un renovado proceso de inversiones productivas", explicó el ministro de Economía, José Luis Machinea, ante más de 700 empresarios y economistas, que recibieron sin euforia los anuncios.
Las empresas en Argentina están obligadas a pagar un impuesto de 15 por ciento sobre los intereses de los préstamos bancarios que toman, lo que encarece su financiamiento y ahuyenta inversiones.
Ahora, Machinea quiere reducir ese gravamen a 10 por ciento a partir del 1 de enero de 2001. En julio de ese mismo año se reducirá el gravamen en otros dos puntos porcentuales, "con lo que avanzamos hacia su eliminación", agregó el funcionario.
Pero, Machinea advirtió que para que esta iniciativa sea viable, y que le significará al país un costo fiscal de 700 millones de dólares al año, es necesario que el Congreso apruebe el proyecto de presupuesto para 2001, que prevé un impopular recorte de más de 700 millones de dólares en el gasto público.
Aunque este recorte balancearía el impacto de la baja impositiva, el gobierno prevé financiar la reducción de impuestos además con la venta del 50 por ciento de las empresas de seguro y de administración de pensiones del estatal Banco de la Nación Argentina, además de la prórroga de contratos de concesión para explotar yacimientos de gas y petróleo, y la venta de inmuebles del Estado.
De esta forma, el ministro de Economía quiere asegurarse que la rebaja de impuestos no afecte su meta de reducir fuertemente el abultado déficit fiscal argentino, que según el gobierno es culpable del estancamiento económico.
Otra de las acciones anunciadas el lunes afecta a los tenedores de acciones de empresas argentinas que cotizan en el país.
En un futuro esos inversores no deberán pagar un impuesto al patrimonio --denominado 'Impuesto a los Bienes Personales'-- sobre esos títulos, siempre que mantengan las acciones en su cartera durante todo el ejercicio fiscal.
El gobierno también buscará aliviar la situación financiera de las empresas a las que el Estado les obliga a pagar por adelantado el Impuesto al Valor Agregado (IVA), aunque luego de su declaración anual de ingresos se desprende que no estaban obligadas a abonar el tributo.
Machinea dijo que envió un proyecto de ley al Congreso para que las firmas que hagan nuevas inversiones puedan recuperar estos créditos fiscales pendientes.
Según el economista Orlando Ferreres, las medidas "van encaminadas a mejorar la tasa interna de retorno de las inversiones. No son medidas muy impactantes, pero cuando uno saca la cuenta por ahí pueden mejorar el proyecto (de inversión)".
En tanto, para el presidente de Citibank en Argentina, Carlos Fedrigotti, las iniciativas "están muy alineadas (...) con lo que se ha querido hacer desde el Ministerio de Economía: poner el énfasis en la disciplina fiscal y haber entendido que el problema es la falta de inversión".
"Es un aporte, pero no hay soluciones mágicas", agregó.
La economía argentina crecerá este año apenas 0,7 por ciento luego de caer 3,2 por ciento en 1999 víctima de una fuerte recesión
Uno de los motivos de su lento despegue es también la falta de inversión privada en el país, que se sumó a un estancamiento del consumo interno.
