FORT LAUDERDALE.- El condado floridano de Broward, predominantemente demócrata, completó al filo de la medianoche del sábado un recuento a mano de sus 588.000 votos presidenciales que dieron a Al Gore 563 sufragios adicionales, cortando a la mitad la ventaja de George W. Bush.
La junta de revisión electoral del condado trabajó tarde el sábado en un atestado juzgado de Fort Lauderdale, al lado de Miami, para completar el recuento de votos de la elección del 7 de noviembre y alcanzar a entregarlo a las autoridades antes del plazo de las 5 p.m. del domingo (2200GMT).
Concluyeron cerca de la medianoche, mostrando sonrisas de alivio al terminar la ardua labor manual.
La ganancia neta del recuento de 563 votos para Gore, más cuatro votos de boletas de personas ausentes, significó que el resultado final certificado por las autoridades del condado dio un avance neto de 567 preferencias al demócrata sobre los sufragios contados originalmente a máquina.
Eso redujo a la mitad la ventaja de 930 votos del republicano Bush en el estado de Florida después de un recuento a máquina de 6 millones de votos emitidos en el estado.
"Esos son los resultados que pensamos en este momento certificar", dijo el presidente del panel de tres personas, el juez Robert Lee.
Los recuentos a mano de los condados de Broward y el vecino Palm Beach podrían ser cruciales en decidir quién gana los 25 votos del colegio electoral de Florida y, en consecuencia, la Casa Blanca.
Con tanto en juego, los recuentos se han convertido en el foco de una feroz batalla legal en el drama postelectoral.
Palm Beach todavía estaba completando su recuento de unos 462.000 votos en las últimas horas del sábado y no estaba claro si completaría la tarea a tiempo para cumplir con el plazo del domingo.
David Boies, el abogado de Gore, dijo que el vicepresidente decidió incluir el condado de Palm Beach entre los que serán sometidos a apelaciones legales, el más importante de los cuales es Miami-Dade, porque los funcionarios electorales decidieron cesar el escrutinio a principios de la semana.
En Palm Beach, las fuerzas de Gore creen que podrían lograr mayoría suficiente y adjudicarse con ello la Florida, y por tanto, en las elecciones presidenciales.
Miami-Dade suspendió su propio recuento de cerca de 700.000 votos el miércoles, diciendo que no podría entregar los resultados a tiempo.
Pero Broward estaba ahora listo para entregar su cifra final a la secretaria de Estado de Florida, Katherine Harris, varias horas antes del domingo.
