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Triunfo de Gore: La esperanza es lo último que se pierde

Aun cuando las encuestas arrojan que el público norteamericano desea que reconozca su derrota, el vicepresidente dijo sentirse tranquilo y a la espra de los recurosos legales. "No permanezco despierto de noche, duermo como un bebé", dijo a un programa de televisión en NBC, pidiendo que se mantenga paciencia para seguir el proceso.

29 de Noviembre de 2000 | 15:40 | AP
WASHINGTON.- El vice presidente Al Gore sigue luchando este miércoles por mantener a los legisladores demócratas alineados detrás de él, pero sus asesores legislativos le advirtieron que el tiempo se le está acabando ya que el apoyo público a su cruzada legal para llegar a la Casa Blanca se va esfumando, según los últimos sondeos de opinión.

A pesar de que las encuestas revelan que alrededor del 60% de los estadounidenses quieren que admita su derrota ante su rival republicano George W. Bush, "no permanezco despierto de noche, duermo como un bebé", dijo Gore en un programa de televisión en NBC, pidiendo que se mantenga paciencia para seguir el proceso.

"Pienso que llegará a su fin a mediados de diciembre", agregó el vicepresidente, estimando sus posibilidades de victoria -que están en manos de sus abogados que lo defienden en Florida y en la Corte Suprema- en "un 50-50".

Detrás de las cámaras, un alto asesor dijo que Gore "toma todas las grandes decisiones" y hace un esfuerzo "casi diario" para mantener a los demócratas detrás de él en el Congreso estadounidense. El director de su campaña, William Daley, y el candidato a la vicepresidencia, el senador por Connecticut Joseph Lieberman, han estado especialmente dedicados a calmar los ánimos entre los miembros del partido en la sede del Congreso, dijo el asesor de Gore.

Al tiempo que la batalla legal entra en su cuarta semana, los abogados le han advertido a Gore que el tiempo se está acabando. "En este momento, todos están contentos al decir que 'no está terminado hasta que la Suprema Corte (federal) decida', pero imagino que van a tomar una decisión rápidamente" después de la audiencia del viernes, "y después de eso no hay más apuestas que jugar", dijo el asesor de un senador moderado demócrata, que ha apoyado fuertemente a Gore.

Varios asesores del vicepresidente, todos bajo la condición de anonimato, dijeron que los demócratas están despedazados: ellos prefieren trabajar con Gore, pero lamentablemente estiman que esta batalla electoral podría perjudicar al partido y modificar la opinión de los electores demócratas para los comicios legislativos del 2002.

"Es un duro acto de balance", dijo uno de esos consejeros."Queremos que Gore gane, pero no queremos que esto se extienda porque podría transformarse en un talón de Aquiles en los próximos años" para el Partido Demócrata. Una victoria de Bush podría llevar en un futuro a un mayor repunte de los demócratas en el Congreso en las elecciones legislativas del 2002, en las cuales históricamente el partido del presidente pierde bancas, señalaron los asesores.

La disputa parece haber desgarrado principalmente al ala izquierda del partido, que observó a Gore con cautela en las elecciones primarias a causa de su fuerte postura pro-liberación comercial y participación integral en políticas como la reforma del estado de bienestar, que la izquierda denunció. "Aquí es donde estamos: Bush será un desastre para nosotros en política, pero puede ser nuestra mayor ventaja para el 2002, y hay un sentimiento de que Gore no está necesariamente en nuestro equipo", indicó un asesor de un miembro del sector radical demócrata. Pero "al menos hasta que la (Suprema) Corte decida, él es nuestro capitán", concluyó el consejero.
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