MEXICO.- El Ejército federal mexicano desmanteló anoche, pocas horas después de la asunción presidencial de Vicente Fox, cinco retenes militares y ordenó el retiro de otros 48 que operaban desde hace cinco años en el meridional estado de Chiapas, donde se mantiene acantonada la guerrilla zapatista.
El ministerio de la Defensa instruyó a su personal de la VII Región Militar a desmantelar los 53 retenes de las regiones de Las Cañadas y Los Altos, informó el comandante de la 31ra. Zona Militar, Carlos Enrique Adán Yabur. Los soldados levantaron los puestos de control y revisión de Rancho Nuevo, Vicente Guerrero, Nuevo Momón, Guadalupe Tepeyac y Amparo Agua Tinta, ubicados en la zona de influencia zapatista.
La medida ocurre a unas horas de que el líder del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el Subcomandante Marcos, anuncie la postura de los rebeldes ante el nuevo gobierno federal, en un acto para el que se convocó a la prensa a la comunidad de La Realidad, a 16 kilómetros de Guadalupe Tepeyac.
Esa región es considerada principal bastión de los zapatistas.
La desactivación de retenes sucede en medio de rumores sobre la orden de repliegue militar fuera de las comunidades indígenas zapatistas, una de las principales exigencias que mantuvo hacia el gobierno del presidente Ernesto Zedillo el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Sin embargo, la dirigencia castrense ha mantenido estricto hermetismo en torno a la supuesta orden.
Durante su campaña electoral, Fox, ofreció arreglar "en 15 minutos" el conflicto de Chiapas, donde el EZLN se alzó en armas en enero de 1994 con demandas de tipo social, económico, político y cultural.
En dos mensajes divulgados el miércoles, tras un silencio de varios meses, el subcomandante Marcos se refirió a Zedillo señalando que "la pesadilla" acaba para los zapatistas, aunque "quizá venga otra", refiriéndose al cambio de poderes.
En el acto en que asumió la presidencia, Fox se refirió a los pueblos indígenas de Chiapas con un "nunca más un México sin ustedes", anunció que "en México y en Chiapas hay un nuevo amanecer".
Las palabras de Fox fueron interpretadas por los analistas como una respuesta al EZLN, que usualmente en sus mensajes señala "nunca más un México sin nosotros" y su esperanza por "ver florecer el amanecer".
