MEXICO.- El Gobierno mexicano decidió mantener la alerta máxima en un radio de 13 kilómetros del cráter del volcán Popocatépetl debido al peligro de una fuerte erupción en las próximas 48 horas prevista por los expertos del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).
El Ministro de Gobernación y los gobernadores de los tres estados afectados por el Volcán, Puebla, Morelos y México acordaron continuar la evacuación de las comunidades alrededor del volcán y no bajar la guarida ante el peligro de una nueva explosión, pese a la considerable baja en su actividad.
El más reciente informe del Cenapred indicó que el Popocatépetl ha mostrado una reducción considerable en las últimas 24 horas, con apenas dos exhalaciones leves de ceniza anoche y una ligera vibración durante esta madrugada.
El portavoz de Gobernación (SG), Héctor Villarreal explicó que, durante la reunión, los también que analizaron las investigaciones de los vulcanólogos sobre una posible fuerte erupción en las próximas 48 horas.
Afirmó que las autoridades estudiaron, con el mayor detalle posible, las consecuencias de una explosión de este tipo y las posibles direcciones que seguirían los materiales expulsados por el volcán.
Además, analizaron la situación que prevalece en los distintos albergues instalados en los que se encuentran refugiadas más de 18.000 de las 41.000 personas evacuados de las 22 comunidades cercanas al volcán.
Villarreal indicó que las autoridades permanecerán en reuniones constantes para vigilar las reacciones del volcán, y añadió que se trabaja para convencer a las personas desplazadas que insisten en regresar a sus hogares, debido a que el peligro aún no ha cesado.
El Cenapred advirtió sobre el peligro de nuevas erupciones más fuertes a las registradas a principio de esta semana, debido a la gran cantidad de lava acumulada en su cráter.
Según los expertos el volcán apenas liberó el uno por ciento de los 19 millones de metros cúbicos de lava que tiene acumulada en el cráter en las explosiones de los pasados lunes y martes.
El Popocatépetl entró en erupción el 21 de diciembre de 1994 y reanudó su actividad el pasado fin de semana, con una sucesión de explosiones que arrojaron cenizas, rocas y material incandescente y obligaron a evacuar a más de 41.000 personas.
