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El mes del Ramadán culminó con más de 250 muertos

Si la primera semana del mes sagrado musulmán fue bastante tranquila en el conjunto del territorio del país, las otras tres se caracterizaron, por el contrario, por ser particularmente sangrientas.

26 de Diciembre de 2000 | 08:02 | EFE
ARGEL.- El mes sagrado del Ramadán, que comenzó en Argelia con relativa tranquilidad el pasado 27 de noviembre, termina hoy con un trágico resultado de 250 muertos a causa de la violencia integrista desatada por todo el país.

Este número de víctimas, establecido por informaciones publicadas en la prensa local, incluye a integrantes de los servicios de seguridad, civiles y miembros de grupos armados integristas. Si la primera semana del mes de ayuno fue bastante tranquila en el conjunto del territorio del país, las otras tres han sido por el contrario particularmente sangrientas.

Ataques a localidades aisladas, atentados con bomba, emboscadas y falsos controles de carretera se han reproducido durante este periodo de manera casi sincronizada, especialmente en la Cabilia y en los departamentos de Ain Defla, Chlef y Medea.

Los miembros del Grupo Islámico Armado (GIA) y los de la organización rival Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC) empezaron estas tres semanas con emboscadas contra los diferentes cuerpos de los servicios de seguridad, especialmente los guardias comunales y los militares, y asesinaron a unos 40 de ellos en tan sólo unos días.

El principal objetivo de estas acciones era al parecer recuperar armas, puesto que tras casi todos los atentados las víctimas eran despojadas de sus equipos e incluso de sus uniformes. Después, y hasta las últimas horas del Ramadán, las dos organizaciones integristas tuvieron de nuevo como objetivo a la población civil, con lo que hicieron caer a regiones enteras del país en un clima de terror.

Este fue el caso, a modo de ejemplo, de Medea, a unos 120 kilómetros al sur de Argel, donde el ataque al internado de un instituto técnico, en plena noche del 16 de diciembre, terminó con la muerte de dieciséis estudiantes que fueron sorprendidos mientras dormían.

En días posteriores el GIA atentó alrededor de la localidad de Tenes, en la provincia de Chlef, a unos 200 kilómetros al oeste de la capital argelina. El 17 de diciembre un autobús fue ametrallado en el centro de la localidad y diecisiete pasajeros fueron asesinados, y 24 horas después 22 personas pertenecientes a tres familias fueron masacradas a menos de un kilómetro del centro.

Los días siguientes estuvieron salpicados por matanzas colectivas en Khemis Meliana, Relizane, Blida y Annaba . En operaciones de respuesta, las unidades especiales del Ejército y de otros cuerpos de seguridad causaron serios daños al GIA y al GSPC al matar a cerca de 70 de sus activistas, pero esto no tuvo un efecto tranquilizador para las poblaciones rurales, cada vez más afectadas.

Ante la degradación de la seguridad en el país y el extraño mutismo mantenido por el presidente, Abdelaziz Bouteflika, y sus ministros, diversas voces han comenzado a elevarse entre las asociaciones, los partidos de oposición e incluso ciertas formaciones de la coalición de Gobierno actual en demanda de protección a la población más expuesta a la violencia. Algunos partidos han exigido incluso la dimisión del jefe de Estado, de quien dicen que ha fracasado en su política de perdón y concordia hacia los islamistas integristas.

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