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Asia recibió el 2001 en medio de jolgorio y renovadas esperanzas de paz

Al tiempo que el año del Dragón daba paso al de la Serpiente, en Japón las campanas en los templos repicaron 108 veces para así borrar los 108 pecados. Mientras, en Taiwán la llegada del nuevo año se celebró con el levantamiento de la prohibición de navegar cerca de las pequeñas islas situadas frente a la costa de China.

31 de Diciembre de 2000 | 14:49 | AP
LONDRES.- El mundo entero le dio la bienvenida al 2001 con despliegues de fuegos artificiales, buenos deseos y desbordantes expresiones de optimismo, incluso en rincones del planeta donde ansían un futuro mejor.

A las celebraciones en Yugoslavia, las primeras tras el derrocamiento de Slobodan Milosevic, se les llamaron "el primer Año Nuevo en libertad" y varios miles de personas se congregaron en un gigantesco carnaval en Hong Kong.

Los fuertes aguaceros de los últimos días en Yugoslavia sirvieron para reducir la frecuencia de los cortes de energía eléctrica que han afectado el país.

En París, tamborileros de toda Europa comenzarán a tocar luego que una gigantesca campana colocada en el Centro Georges Pompidou, en el centro de París, de la señal a la medianoche.

En tanto, Asia celebró el arribo del Año Nuevo con festejos ricos en sus tradiciones y con la esperanza de que el 2001 traiga la paz en algunos de los rincones del mundo agobiados por las guerras.

En Japón, al tiempo que el año del Dragón daba paso al de la Serpiente, las campanas en los templos repicaron 108 veces porque, según las creencias budistas, así se borran los 108 pecados.

Taiwán, en tanto, celebró el Año Nuevo con el levantamiento de una medida que data de hace 51 años y que prohibía la navegación cerca de las pequeñas islas situadas frente a la costa de China.

Muchos vieron el gesto como un paso alentador para apaciguar de las tensiones con el gobierno de Beijing.

En el continente se hizo popular tratar de establecer nuevos récords mundiales. Estudiantes chinos, japoneses y coreanos planeaban juntar miles de piezas de dominó en un auditorio de Beijing para recrear la Gran Muralla china, una pintura de van Gogh, y otras imágenes.

En Malasia, 11 paracaidistas procedentes de Estados Unidos, Alemania, Suecia y Arabia Saudita se arrojaron de las torres Petronas, en Kuala Lumpur, el edificio más alto en el mundo. La hazaña buscaba darles el título de ser el mayor número de gente que se lanza en paracaídas de un edificio.

El anterior récord era de cinco, establecido en Bangkok a comienzos de este año. De cualquier forma, la nueva marca duraría apenas unas horas, ya que esencialmente fue una mera práctica.

Los paracaidistas planeaban completar un salto en la medianoche, pero con un total de 15 hombres.

Omar Alhegalan, un paracaidista saudita de 34 años dijo: "esto es lo más emocionante que se puede hacer".

En Hong Kong, la gente festejó a lo grande, con una enorme multitud que llenó el Parque Victoria dentro de un carnaval organizado por el gobierno, que incluyó un masivo concierto con unos 20 cantantes y bandas de música popular.

"Espero que el 2001 sea un año de prosperidad y paz", dijo la maestra Gloria Chan, quien trajo a su hijo de 10 años a la plaza.

En otros países, las celebraciones fueron menos espectaculares.

En Pakistán, Shabab-e-Mili, el brazo juvenil de la organización islámica más fuerte del país, el Jamaat-e-Islami, formuló una advertencia en contra de los festejos.

Voluntarios de Shabab-e-Mili planeaban patrullar las calles en la capital y prometieron impedir celebraciones, diciendo que éstas son prohibidas por la fe musulmana.
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