LOS ANGELES, EEUU.- El demócrata James Hahn resultó elegido este miércoles de madrugada alcalde de la ciudad de Los Angeles, en detrimento del candidato de origen mexicano Antonio Villaraigosa, que aspiraba a convertirse en el primer latino a la cabeza del gobierno de la ciudad desde 1872.
Según resultados no oficiales con el 100% de los votos escrutados, Hahn aventajaba este miércoles de madrugada por 53,54% contra 46,46% de los sufragios a Villaraigosa, que aspiraba a convertirse en el primer latino a la cabeza del gobierno de la ciudad desde 1872.
"I Love L.A.!", gritó levantantando ante el delirio de sus simpatizantes, entre ellos la leyenda del baloncesto Earvin 'Magic' Johnson, pasada la medianoche en su cuartel general de un hotel del corazón la ciudad.
"Quiero honrar a mi oponente, Antonio Villaraigosa, que aportó emoción, energía e ideas a esta contienda y me hizo un mejor candidato", declaró el flamante alcalde, de 50 años, sin poder ocultar su alegría minutos antes de que su rival aceptara la derrota.
"Jim, felicidades", declaró por su parte el ex presidente de la asamblea de representantes de California, prácticamente sin voz, en otro punto del centro de la ciudad. "Espero poder trabajar contigo por la gran ciudad de Los Angeles".
Hijo de un carismático político local, James Hahn cuenta con 20 años de experiencia en la gestión municipal, 16 de los cuales como fiscal de Los Angeles, considerado el segundo cargo más importante de la ciudad.
Hahn venía preparándose para este triunfo desde hacía años, pero su proyecto pareció tambalearse cuando Villaraigosa, de 48 y sólo seis años de meteórica carrera política, le superó en la primera vuelta, celebrada el 10 de abril.
Dado que sus programas políticos no se diferenciaban sustancialmente en la mayoría de cuestiones que preocupan a los ciudadanos --crimen, educación, transporte y otros servicios-- Hahn recurrió en las últimas semanas a una agresiva campaña plagada de ataques contra la integridad de Villaraigosa para recuperar el terreno perdido.
Hahn trató de demostrar la relación entre Villaraigosa y un traficante de cocaína, Carlos Vignali, encarcelado y luego indultado por el ex presidente Bill Clinton en el último día de su mandato.
El político latino, que reconoció haber cometido un error cuando en 1996 envió una carta a la Casa Blanca pidiendo una revisión del caso Vignali, le acusó de orquestar una campaña de difamación en su contra, pero no empezó a contraatacar hasta días antes de la cita electoral.
Esta reacción tardía no fue suficiente para convencer al electorado de su capacidad para gobernar la segunda mayor ciudad de Estados Unidos, como tampoco bastó el apoyo del partido demócrata de California, la central sindical del condado de Los Angeles, el gobernador Gray Davis, e incluso del alcalde republicano saliente, Richard Riordan, entre muchos otros.
La derrota de Villaraigosa ilustra también la débil participación política de los hispanos de Los Angeles, que pese a constituir casi la mitad de la población (46,5%), no tienen todavía el peso suficiente para impulsar a uno de los suyos a la cabeza del ayuntamiento.
Por su parte Hahn contaba con el apoyo de los afroamericanos, cuyos intereses defendió su carismático padre durante más de 40 años, y del electorado conservador moderado, que perdió al único candidato republicano en la primera vuelta.
Hahn sucederá a Riordan, que ocupaba el cargo desde 1993, para un mandato de cuatro años, durante los cuales deberá esforzarse por buscar una reconciliación con la creciente comunidad hispana, decepcionada por su estrategia de campaña, calificada por algunos de antilatina.
