EMOLTV

Infantería norteamericana emplazada en Afganistán

El propósito de estos pequeños grupos de Fuerzas Especiales no es el capturar sino realizar operaciones de ataque y repliegue, descubrir instalaciones y desenmascarar a los terroristas.

19 de Octubre de 2001 | 13:06 | AP
WASHINGTON.- Unos 100 comandos norteamericanos combaten en el sur de Afganistán, iniciando una nueva fase en la guerra contra el terrorismo tras casi dos semanas de bombardeos, dijeron el viernes por la noche varios funcionario norteamericanos.

La utilización de los comandos en Afganistán señala la ampliación de la ofensiva - tanto en su forma convencional como encubierta, agregaron las fuentes.

Horas antes, las autoridades confirmaron que comandos de fuerzas especiales se encontraban en el norte y sur de Afganistán, en busca de las posiciones que ocupan los soldados talibán, Osama bin Laden y sus lugartenientes de al-Qaida.

Un funcionario paquistaní, que quiso permanecer en el anonimato, indicó que Pakistán fue informado por los estadounidenses que las fuerzas especiales fueron emplazadas el jueves en territorio talibán.

En preparación a la nueva fase de la guerra, el portaaviones Kitty Hawk, que se encuentra en el Océano Indico, recibió el fin de semana varios contingentes de fuerzas especiales.

Además, un avión artillado AC-130 comenzó a atacar el lunes en el sur de Afganistán. Ese tipo de avión es utilizado para respaldar a las unidades de infantería, especialmente las de operaciones especiales.

En Washington, un funcionario de defensa dijo el viernes por la noche que fuerzas de infantería norteamericanas comenzaron a atacar el sábado por la mañana las posiciones de la milicia talibán.

El funcionario, que habló a condición de guardar el anonimato, no dio detalles sobre la envergadura de la operación o su escenario.

Las tropas especiales, como los Boinas Verdes del ejército norteamericano, destacan en ayudar a los grupos opositores en un conflicto armado o en la obtención de información. Las destacadas en el sur de Afganistán respaldan las gestiones de la CIA para que los líderes patanes abandonen las milicias talibán, dijo el viernes un funcionario norteamericano.

El secretario de Defensa Donald Rumsfeld no quiso comentar ese detalle específico.

Empero, Rumsfeld aclaró que Estados Unidos coordina su campaña con los insurgentes que controlan el norte de Afganistán y con otras fuerzas de la insurgencia armada.

"En algunos lugares, especialmente en el norte, existe una buena coordinación entre la ofensiva aérea y la terrestre", dijo Rumsfeld a los periodistas que lo acompañaron el viernes en su avión hasta la base Whiteman de la fuerza aérea, en Misurí, para rendir tributo a los tripulantes de los B-2. "En el sur no tenemos aún ese tipo de coordinación".

En una charla posterior con los periodistas en la base Whiteman, los reporteros preguntaron a Rumsfeld si la guerra contra el terrorismo seré llevada a otros países aparte de Afganistán, para ser exitosa. "No me cabe la menor duda", respondió.

La aviación norteamericana aminoró sus operaciones tras el amanecer del viernes, el día sagrado musulmán. En Pakistán, un funcionario talibán dijo que sus combatientes nada temen de los comandos estadounidenses.

"Quince o 20 soldados nada podrán hacer", dijo el vocero de la embajada Sohail Shaheen. "Si quieren enviar soldados, deberían despachar 100.000. Podrá haber entonces una lucha entre nuestros soldados y los suyos".

La asesora de Seguridad Nacional se negó a comentar el cometido de las fuerzas especiales en Afganistán. "No puedo hablar de lo que están haciendo las fuerzas especiales", dijo Condoleezza Rice a la cadena de televisión CNN desde China, donde el presidente George W. Bush asiste a una reunión económica del Foro Asia-Pacífico.

"Hemos facilitado y facilitamos ahora el camino para que actúen fuerzas amistosas", comentó por otra parte a la cadena de televisión ABC.

Bush se negó a confirmar la presencia de la infantería norteamericana en Afganistán pero dijo que "utilizaremos los medios que sean necesarios para lograr nuestro objetivo".

El vicepresidente Dick Cheney dijo el jueves por la noche los bombardeos iniciados el siete de octubre contra los campamentos terroristas han posibilitado una nueva fase de la guerra.

"El éxito de nuestra campaña aérea permitirá nuevas acciones que no pueden pronosticar y escapar tanto el talibán como los terroristas", indicó el vicepresidente en un discurso pronunciado en Nueva York.

"Es importante comprender que el aspecto militar no será siempre tan visible", agregó Cheney.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?