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Ataques se centran más en frentes de combate

La opositora Alianza del Norte espera que las incursiones aéreas logren romper la línea defensiva del régimen Tañibán, con la finalidad de abrir vías que sirvan a tropas para avanzar en dirección a la capital afgana de Kabul.

23 de Octubre de 2001 | 09:42 | Agencias
ISLAMABAD.- Los ataques aéreos se centran más ahora en las posiciones defensivas de los talibán en los frentes de combate y menos en las ciudades, donde se han registrado muchos "daños colaterales" con la pérdida de vidas que continuó hoy, martes.

Al menos cinco personas murieron al hacer explosión dos grandes depósitos de combustible situados a unos siete kilómetros al oeste de Kandahar, en la carretera que conecta esta ciudad con la de Herat, tras ser alcanzados por bombas arrojadas por los aviones estadounidenses.

En la sureña Kandahar, baluarte del régimen integrista y fuera de la mira de los aviones durante los últimos tres días, volvieron a resonar las explosiones durante más de la mitad de la jornada, que comenzó con un ataque a las posiciones de los talibán al este.

Kandahar, donde habitaban cerca de medio millón de personas, se encuentra desierta, según informaciones recogidas por Naciones Unidas entre los refugiados que llegan a la frontera paquistaní.

De acuerdo con la agencia de noticias afín a los talibán, "Afghan Islamic Press", otras quince personas murieron y 25 resultaron heridas en Herat al ser destruida una mezquita por una bomba arrojada anoche por los aviones de la coalición que encabeza Estados Unidos.

Por tercer día consecutivo los aviones estadounidenses apuntaron hacia las posiciones de los talibán al norte de Kabul, con la finalidad de romper su línea defensiva, y abrir vías que sirvan a tropas de la Alianza del Norte para avanzar en dirección a la capital afgana.

En su primera pasada en círculos por el cielo de Kabul, de madrugada, los residentes escucharon al menos tres explosiones consecutivas, que aparentemente se produjeron al norte, en la llanura de Shomali, donde el régimen talibán mantiene concentraciones de tropas apoyadas por carros de combate.

Los aviones volvieron a sobrevolar la capital afgana pocas horas después del primer ataque, dejando caer varias cargas explosivas, esa vez al este, a unos seis kilómetros de Kabul, mientras los talibán respondían de nuevo al ataque con el fuego de sus baterías antiaéreas.

La opositora Alianza del Norte, que controla cerca del diez por ciento del país y que hasta ahora ha visto truncados sus intentos de conquista, indicó la víspera que los bombardeos permitirán a sus tropas emprender una ofensiva contra las líneas talibán en el valle de Dara-i-Souf, el paso hacia Kabul.

Los bombardeos de apoyo a la Alianza del Norte para que tome Kabul preocupan a Pakistán, cuyo Gobierno es el único que reconoce al régimen talibán, que teme se repitan las matanzas étnicas ocurridas antes de que en 1996 la milicia integrista arrebatase el poder a sus rivales.

Los residentes en Kabul, en la que antes de los ataques residían cerca de un millón de personas, vivieron aterrorizados durante las dos primeras semanas de ataques, cuando los aviones bombardearon objetivos ubicados en el centro de la urbe.

Según los talibán, más de un millar de civiles han perecido a causa de los ataques, incluido un centenar de enfermos y personal sanitario de un hospital de la ciudad de Herat, al oeste, al ser alcanzado por un proyectil.

Pero el Departamento norteamericano de Defensa mantiene que los talibán exageran la cifra de víctimas mortales, y su secretario, Donald Rumsfeld, dijo que no existen evidencias de que los aviones de Estados Unidos hubieran bombardeado el hospital.

También la aviación estadounidense atacó posiciones de los talibán situadas en los alrededores de la ciudad de Mazar-i-Sharif, al norte y cerca de la frontera con Uzbekistán, a la que en repetidas ocasiones se han aproximado las tropas de la Alianza del Norte, aunque sin conseguir romper las defensas enemigas.
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