Roma.- El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, ha asegurado que confía en la capacidad de sus conciudadanos para lograr un "milagro argentino" que permita superar la severa crisis que sufre el país austral.
"Tengo fe en el pueblo y en su gran riqueza moral, cultural y religiosa, que nos permitirán que la crisis lleve a una etapa nueva, la del milagro argentino", afirma el prelado en una entrevista que publica hoy el diario turinés "La Stampa".
Bergoglio añade que este "milagro" ya se ha iniciado con las actuales manifestaciones de descontento popular y el deseo de la población de cambiar un modelo económico que ha contraído "una enorme deuda social".
Aunque admite que las manifestaciones callejeras son "legítimas expresiones de protesta", denuncia que en ellas se han introducido "elementos que han provocado la violencia y el caos", con un doloroso balance de víctimas.
"No se puede ser optimista a corto plazo", admite al ser preguntado sobre su visión del inmediato futuro.
Tras recordar que la Iglesia realiza un esfuerzo continuo para lograr una reconciliación nacional que permita superar la crisis, el Arzobispo de la capital argentina denuncia los efectos de la globalización económica, que ha llevado al cierre de fábricas y sus secuelas de miseria y el desempleo.
"En el país de la carne son muchos los niños que crecen con un grave déficit de proteínas en su alimentación", pone como ejemplo.
La Iglesia llevaba tiempo advirtiendo de la grave crisis económica y moral del país sin ser escuchada, subraya Bergoglio, quien asegura que hace un año ya alertó al entonces presidente Fernando de la Rúa del peligro de una explosión social, al tiempo que acusa a los políticos de tener "demasiados intereses personales".
El purpurado porteño recuerda su origen italiano y que su padre, nacido en Piamonte, emigró a Latinoamérica a los 20 años, al tiempo que solicita la ayuda de su país de origen, en especial para reforzar "la cultura política y del trabajo" en Argentina.
