AMSTERDAM.- Las autoridades holandesas han preparado medidas extremas de seguridad para garantizar el buen desarrollo de los actos organizados con motivo de la boda del príncipe Guillermo y la argentina Máxima Zorreguieta, a la que acudirán miembros de todas las casas reales.
Con ello se quiere evitar que se repitan en Amsterdam los actos violentos de protesta, como ocurrió en 1966 con motivo del enlace de la entonces princesa Beatriz y el alemán Claus, y en 1980 durante la ceremonia de coronación de la Reina.
El llamado movimiento "Provo" enturbió la boda de Beatriz, al lanzar una bomba de humo frente a la carroza real ante la mirada atónita de miles de espectadores, mientras se sucedían las protestas y los gritos en los alrededores.
Durante la coronación, que tuvo lugar en la misma iglesia en la que se van a casar Máxima y Guillermo, también hubo quejas por la falta de viviendas y se produjeron graves altercados.
En esta ocasión, el ayuntamiento de Amsterdam ha buscado alojamiento temporal a los vecinos de las siete casas más cercanas a los lugares en los que se van a celebrar las ceremonias civil y religiosa, ofreciéndoles como compensación 450 euros, según informa hoy, viernes, el diario "De Volkskrant".
Además se ha señalizado una zona de "extrema seguridad", que ha sido cerrada con vallas, en la que están los dos hoteles donde se alojarán los invitados, y todo el recorrido que hará la pareja real en su carroza poco después de contraer matrimonio.
Las viviendas de estas calles están siendo objeto de registros policiales, se controla el correo destinado a los vecinos de la zona, se han instalado avanzados sistemas de detección de metales y aparatos de rayos X y la policía tiene autorización para cachear a los vecinos, según relata "De Volkskrant".
Tanto las personas que colaboran en trabajos relacionados con la boda como los periodistas que cubren el evento disponen de pases especiales emitidos por la policía, que además ha investigado sus antecedentes.
Una zona más amplia, que abarca la de "extrema seguridad" e incluye todo el centro de la ciudad, ha sido declarada desde ayer en "situación de emergencia" por el alcalde de la ciudad.
Esto significa que, hasta a las 24:00 horas del domingo, rigen en ella normas especiales, entre ellas que no se puede entrar en coche, atracar barcos, ni siquiera ir en bicicleta.
El momento más complicado desde el punto de vista de la seguridad será el recorrido que Máxima y Guillermo realizarán, ya convertidos en marido y mujer, para saludar a los ciudadanos.
La carroza real desfilará protegida entre decenas de militares, tras los que caminarán 800 agentes de la policía, mientras otros centenares vigilarán entre el público, vestidos de paisano.
La policía holandesa, que cuenta con el apoyo de agentes venidos de Alemania, tiene dispuestas unidades de francotiradores y especialistas en la desactivación de bombas.
En los tejados de las casas también habrá apostados policías y sobrevolará la zona un helicóptero dotado de cámaras de vigilancia especiales.
