RIO DE JANEIRO.- Un torrente de desbordada y multicolor fantasía al ritmo de la samba brasileña inundó el sambódromo de Río de Janeiro por diez horas continuas que culminaron esta madrugada, en la primera jornada de presentación de siete de las catorce escuelas de samba que se disputan el título de la mejor del famoso carnaval de Río.
El desfile se inició a las 21H00 locales del domingo (23H00 GMT) con el recorrido por los 700 metros de pasarela de la escuela Sao Clemente, que al igual que las restantes seis su presentación se prolongó por cerca de hora y media.
Las tres primeras escuelas que se presentaron fueron vistas desde uno de los palcos laterales de la pasarela, por la madre del presidente de los Estados Unidos, Barbara Bush, quien no pudo sustraerse del contagioso ritmo de la samba, el que siguió con discretos movimientos de sus dedos golpeando la baranda del palco.
Rodeada de un discreto pero evidente cordón de seguridad conformado por miembros del estadounidense FBI y agentes de civil de la policía brasileña apostados en los altos del sambódromo, la madre del Presidente George W. Bush dejó el lugar hacia las 01H30 locales del lunes.
Entre tanto, en los tres niveles de graderías que bordean la pista del "templo" de la samba que solo se usa una vez al año para este desfile, un público aunque poco entusiasta, siguió atento el brillante espectáculo.
Con temas alegóricos a la naturaleza, la alegría, el idioma portugués y la aviación, entre otros, se presentaron ante el público y el severo juicio de los once jurados, las primeras siete escuelas de samba, con un promedio cada una de 4.500 bailarines de todas las edades, incluyendo niños en algunas.
Las restantes siete escuelas se presentarán en igual horario entre la noche del lunes y las primeras horas del martes, pero sólo hasta el próximo miércoles una de ellas sabrá que fue la mejor del carnaval de Río de Janeiro del 2002.
En esta primera jornada y pese a que desfilaron ya con las primeras luces del día, las dos últimas escuelas en presentarse, Salgueiro y Beija-Flor, fueron las que más gustaron al público, que reaccionó sorpresivamente del letargo del que venía haciendo gala ante las anteriores escuelas.
Solo ese letargo fue roto momentáneamente por la cuarta escuela en desfilar, Grande Río, que sorprendió al surcar el cielo de la pasarela un hombre vestido de astronauta y provisto en su espalda de un sistema de propulsión. Los aplausos y las expresiones de sorpresa no se hicieron esperar.
Cuando se anunció la salida de la sexta escuela, Salgueiro, tras una explosión de multicolores fuegos de artificio, el público saltó de sus asientos y empezó a batir palmas y seguir el ritmo del enredo (historia) contada por esta escuela que abrió su presentación con una escuadra de fantásticos hombres-pájaro.
Pero Beija-Flor, la escuela que cerró esta primera jornada de presentaciones, fue la que más gustó al público de acuerdo con los sondeos de los medios de comunicación locales.
Al margen de la mayor o menor perfección de su presentación, las siete escuelas impactaron con un derroche de fantasía, color, armonía y alegría, evidenciadas esta características no sólo en fabulosos disfraces, sino especialmente en espectaculares y monumentales carrozas, cuyo tamaño parecía competir con la espaciosa pasarela.
El ingenio materializado en estas carrozas con estructuras animadas, además de brillo, luz y color, caractrerizaron prácticamente todas las ocho carrozas que presentó cada una de las escuelas, que en general este año optaron por el recato al momento de destacar a las sensuales mujeres brasileñas cuyos cuerpos parecen responder como un impulso involuntario a cada nota de samba.
