CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Juan Pablo II clamó hoy por una paz justa para que palestinos e israelíes puedan construir un futuro respetuoso de sus respectivos derechos, cimentado en la confianza recíproca.
Al término del Regina Coeli, que en este tiempo litúrgico sustituye al rezo del Angelus, el Pontífice agradeció los esfuerzos que han llevado a la conclusión de la crisis de la Basílica de la Natividad de Belén y volvió a lanzar un mensaje de reconciliación.
"Hemos recibido todos con gran alivio el hecho de que la Basílica de la Natividad haya sido restituida a Dios y a los fieles", dijo el Papa desde la ventana de sus aposentos privados del Vaticano.
Ante los miles de personas congregadas en la explanada de la Plaza de San Pedro, Juan Pablo II agradeció "de todo corazón a cuantos han contribuido a que retorne al lugar santo donde nació Jesús su verdadera identidad religiosa".
Tras expresar "un recuerdo particular" a la comunidad de franciscanos, griegos y armenios ortodoxos que, "con sacrificios notables, han perseverado en la fiel custodia del santuario", invitó a la población de Belén a "reiniciar el camino con fe y esperanza en Dios, que en esa tierra se ha mostrado tan cerca del hombre".
El Papa afirmó que de sus sentimientos es hoy portavoz en Belén "mi enviado especial, el cardenal Roger Etchegaray", que presidió la misa concelebrada de "expiación y gracia" en la Iglesia de Santa Catalina, en el recinto de la Basílica de la Natividad.
Del "mensaje universal de Belén, que es amor, justicia, reconciliación y paz", partió su nuevo llamamiento a la convivencia en Medio Oriente.
"Es sobre esta base -afirmó el anciano Pontífice- que se puede construir un futuro respetuoso de los derechos de los pueblos israelí y palestino, en la confianza recíproca". EFE
