MANILA.- Estados Unidos ofreció hoy recompensas de hasta cinco millones de dólares (5,37 millones de euros) por informaciones que lleven a la captura de dirigentes del grupo extremista Abu Sayyaf, ligado con la red terrorista Al Qaeda, indicaron fuentes diplomáticas.
Según un comunicado de la embajada estadounidense en Manila, la gratificación ofrecida por la Oficina de Seguridad Diplomática del Departamento de Estado incluye a Gadafi Janjalani, supuesto líder del grupo, y a Abu Sabaya, entre otros cabecillas.
La captura de estos "violentos criminales que deben ser detenidos" forma parte del Programa de Recompensas para la Justicia y la información puede suministrarse a una serie de teléfonos de la embajada en Filipinas e incluso a teléfonos en Estados Unidos.
El embajador estadounidense en Manila, Francis Ricciardone, señaló que estas recompensas vienen a sumarse a las de un programa similar del Gobierno de la República de Filipinas, que ofreció el pasado año un millón de pesos (20.000 dólares, 21.505 euros) por la captura de los extremistas.
Ricciardone explica en un comunicado que el programa, incluido en la campaña internacional contra el terrorismo, ha demostrado su efectividad en el pasado y puede ayudar a salvar vidas al interceptar posibles planes de atentados.
EE.UU. ya ofreció hasta 25 millones de dólares (26,88 millones de euros) por la captura de Osama Bin Laden, acusado de estar tras los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington.
La embajada estadounidense en Manila ha publicado un cartel que incluye las fotografías y nombres de los buscados, y señala que se recompensará la captura de los responsables del secuestro de los estadounidenses Martin y Gracia Burnham, así como del secuestro y asesinato del estadounidense de origen peruano Guillermo Sobero.
Tanto los Burnham, aún en manos del grupo extremista, como Sobero fueron capturados, junto a otras 17 personas ya liberadas, por Abu Sayyaf el 27 de mayo de 2001 en un hotel de la isla filipina de Palawan.
Unos mil soldados estadounidenses participan en maniobras conjuntas en el sur de Filipinas destinadas a acabar con Abu Sayyaf, grupo surgido a principios de los ochenta con presuntos ideales independentistas, pero que el Gobierno de Manila considera simples bandidos.
