BUENOS AIRES.- El ex Presidente argentino Carlos Menem (1989-99) demostró este sábado que está decidido a ocupar rápidamente los espacios que sus rivales le dejan libres, a pocas horas de la renuncia del ex subcampeón de Fórmula Uno Carlos Reutemann a competir con él en las primarias peronistas previas a las elecciones de marzo de 2003.
Menem, el político argentino de más rápidos reflejos en los tres últimos lustros, desembarca este sábado en la provincia de Buenos Aires, el distrito de su archirrival el Presidente Eduardo Duhalde, en dos actos que aportarán algunas definiciones a su estrategia para llegar a la Casa Rosada (Gobierno).
Primero, apadrinará al muy cuestionado ex comisario Luis Patti, intendente de la comuna de Escobar (periferia norte), en su precandidatura para gobernador de la provincia de Buenos Aires.
Luego, cerrará un seminario de economistas afines, que esbozaron los primeros lineamientos de un futuro plan de gobierno, encerrados en un hotel de la exclusiva localidad de Pilar (periferia norte).
En 1988, un entonces poco conocido Menem, que dejaba la gobernación de su provincia natal, La Rioja (noroeste), para lanzarse a la aventura nacional, cautivó al electorado hablando de "salariazo" y pidiéndole: "Síganme, no los voy a defraudar", una consigna mitad política, mitad mística.
Ahora, 14 años después, aunque lo niegue públicamente, sabe que tras una década de regir los destinos del país quedaron muchos "defraudados" y que no hubo tal "salariazo", y que antes que consignas políticas la ciudadanía espera hoy respuestas económicas a sus padeceres para volver a "seguirlo".
De diciembre a esta parte, el ex presidente Fernando de la Rúa decretó el congelamiento de los ahorros (corralito), el efímero gobierno de Adolfo Rodríguez Saá, mandatario por diez días en diciembre, decretó la cesación de pagos (default), y el actual, Eduardo Duhalde, decidió abandonar, tras once años, la paridad del peso con el dólar y la moneda se devaluó 70%.
Menem deberá idear respuestas convincentes para esos tres temas, si es que realmente cree, como quiere dar a entender, que será nuevamente presidente de Argentina.
Desde hace varios meses, el ex mandatario repite a quien quiera oirlo que la solución está en la dolarización total de la economía y en el acercamiento a Estados Unidos, del cual dice ser "el mejor amigo".
Respaldando al ex comisario Patti, Menem aborda otra gran preocupación de los argentinos, sacudidos por una inédita ola de asaltos y secuestros express, que algunas veces termina con la muerte de las víctimas.
Patti no es un desconocido, ya que pesa sobre él un requerimiento de la Justicia italiana por el asesinato de dos guerrilleros montoneros en marzo de 1983, y en los años 90 estuvo preso bajo el cargo de haber torturado a dos presos comunes.
"Si a la defensa sin fisuras de la economía ultraliberal (...) se le suma el apoyo a ’la mano dura’ que representa Patti, no quedan dudas sobre las prioridades" de la plataforma de Menem, escribió este sábado el diario Página/12.
Los medios destacan además una figura que crece a la par de Menem, y que lo acompañó durante su encierro de 167 días en 2001 acusado de contrabando de armas: la de su esposa, la chilena Cecilia Bolocco, cuya "influencia se hizo decisiva en la vida del viejo caudillo", según la revista Noticias.
Mientras Menem teje paso a paso lo que imagina como su retorno triunfal a la presidencia, Duhalde quedó descolocado con la renuncia de Reutemann, mientras los poderosos gobernadores del justicialismo siguen sin resolver quién competirá en las internas contra Menem.
En tanto, el empresario Mauricio Macri, presidente del popular club de fútbol Boca Juniors, madura su decisión de presentarse, y no sabe si hacerlo en las internas del PJ o fuera de ellas, en representación de una confluencia de fuerzas de centro-derecha.
