BUENOS AIRES.- El gobierno argentino desmintió hoy la renuncia del ministro de Economía, Roberto Lavagna, pese al bajo nivel de adhesión que captó el canje de
depósitos atrapados en el "corralito".
"No tengo nada serio que decir al respecto", dijo el jefe del gabinete de ministros, Alfredo Atanasof, cuando se le consultó por el supuesto alejamiento de Lavagna y su reemplazo por el ex titular del Banco Central, Mario Blejer.
Sólo entre el 15% y el 22% de los ahorristas optó por los nuevos títulos del
Estado, pese a que el programa monetario del gobierno preveía una adhesión mínima del 30%.
El resto prefirió esperar la devolución de sus depósitos bancarios, reprogramada por el gobierno para entre 2003 y fines de 2005 en el marco de las restricciones financieras (corralito).
Plan alternativo
Según un reporte del diario BAE, el Fondo Monetario Internacional (FMI) daría su aval a un plan para abrir el "corralito" que presentó el martes en Estados Unidos el presidente del Banco Central, Aldo Pignanelli.
Esta iniciativa, que no es respaldada por el ministro de Economía, incluiría la
devolución anticipada de los depósitos menores a $ 10.000 y un acortamiento del plazo de devolución de los fondos que no superen los $ 20.000. La reprogramación del resto de los depósitos podría ser renegociada con los bancos o el Estado.
Sin embargo, el presidente de la Asociación de Bancos Públicos y Privados de la
República Argentina (ABAPPRA), Carlos Heller, ya adelantó hoy su negativa a este plan al asegurar que las entidades no están en condiciones financieras de devolver hasta $ 10.000.
"No hay ninguna opción distinta a las que están hasta ahora mientras no se dilucide el tema judicial", sostuvo Heller.
Las restricciones financieras fueron impuestas el pasado 3 de diciembre por el
entonces presidente Fernando de la Rúa y sus alcances fueron endurecidos por su
sucesor, Eduardo Duhalde, ante la amenaza de que la masiva fuga de depósitos registrada durante 2001 hiciera colapsar al sistema bancario local.
Las medidas limitaron las extracciones de efectivo de los bancos y congelaron parte de los fondos acreditados en cajas de ahorro y todos los depósitos a plazo fijo, que fueron reprogramados para ser retornados a sus poseedores recién entre 2003 y fines de 2005.
Mediante el plan oficial, los ahorristas podían en tanto optar por canjear
voluntariamente sus depósitos reprogramados por tres tipos de bonos del Estado en dólares o en pesos a entre 3 y 10 años de plazo.
