HEBRON, Cisjordania.- Soldados israelíes rastrearon el sábado las calles de la ciudad cisjordana de Hebrón en busca de activistas palestinos, reuniendo al menos a 100 personas e hiriendo a algunas, dijeron testigos.
Médicos en el hospital Al-Ahli de Hebrón dijeron que al menos cinco palestinos fueron asistidos por heridas de metralla y quemaduras causadas por la explosión de granadas de aturdimiento.
Algunos testigos palestinos dijeron que un grupo de soldados israelíes en el centro de la ciudad envió a gente corriendo a un concurrido mercado e hirieron a varias personas cuando lanzaron granadas contra la multitud.
Un portavoz del ejército israelí dijo que no tenía conocimiento de "ningún arresto realizado hoy" o movimientos de tropas fuera de lo normal.
Los soldados israelíes mantienen una presencia en siete de las ocho ciudades bajo control palestino en las que entraron en las últimas semanas en un intento por acabar con los ataques suicidas que han matado a veintenas de israelíes en casi 23 meses de derramamiento de sangre.
Frustrado por el fracaso en frenar el flujo de activistas dentro de Israel, el gobierno israelí ha renovado en las últimas semanas una política condenada por grupos de derechos humanos de demoler las casas de familiares de activistas como una forma de disuadir de futuros ataques.
El ejército destruyó el viernes las casas familiares de dos activistas palestinos considerados responsables del asesinato de al menos 17 israelíes durante el levantamiento palestino contra la ocupación israelí en Cisjordania y Gaza.
El Primer Ministro israelí Ariel Sharon busca nuevas formas de evitar atentados suicidas y emboscadas, incluyendo la demolición de casas y un intento por deportar a familiares de activistas de Cisjordania a Gaza.
El ejército dice que ha destruido al menos 23 casas desde el mes pasado para enviar un mensaje a "los terroristas suicidas y cómplices de que esa actividad de terror tiene un precio y todos los implicados de una forma u otra pagarán por ello".
Sin embargo, organizaciones de derechos humanos y palestinos condenan la política como de castigo colectivo violando la ley internacional.
"Esta es una política peligrosa, que desencadenará más violencia", dijo Nabil Abu Rdainah, importante asesor del presidente palestino Yasser Arafat.
Al menos 1.503 palestinos y 588 israelíes han muerto desde que comenzó el levantamiento en septiembre de 2000, cuando se bloquearon las conversaciones sobre la creación de un Estado palestino.
