HEBRON.- En una nueva erupción de violencia en los territorios palestinos, entre el sábado y la mañana del domingo el ejército israelí mató a 11 palestinos en distintas operaciones realizadas en Cisjordania y en un ataque contra una colonia judía.
Cuatro palestinos perecieron cerca de una colonia judía en Hebrón, en Cisjordania, anunciaron testigos, que afirman que se trataba de cuatro obreros de la aldea de Shuyuk que regresaban a sus hogares al amanecer luego de haber trabajado en una cantera.
Las víctimas, todas en sus veinte años, son Alaa Ayaidi, los hermanos Hossam e Hicham Jalaika y su primo Attiya Jalaika, afirmaron familiares.
Un vocero del ejército israelí indicó a la AFP que "los soldados tendieron una emboscada a los cuatro palestinos tras haber recibido informaciones sobre una tentativa de infiltración y un ataque contra (la colonia de) Kiriat Arba".
"Los cuatro palestinos resultaron muertos. Armas y material de sabotaje fueron encontrados cerca de sus cuerpos", agregó.
Además, un activista palestino, Abdel Karim Bassam Sadi, de 18 años, murió el domingo durante un violento tiroteo con soldados israelíes en el campamento de refugiados de Jenín, informaron los servicios de seguridad palestinos.
Bassam Sadi era hijo del jefe local de las Brigadas Mártires de Al Qods, del movimiento radical Jihad islámico y murió de un balazo en el pecho en un violento tiroteo con las fuerzas israelíes, que penetraron en el campamento con decenas de tanques y blindados, indicaron testigos.
Con estas nuevas víctimas el numero de muertos desde que empezó la nueva Intifada, hace 23 meses, se eleva a 2.492, de los cuales 1.829 son palestinos y 602 israelíes.
El sábado un activista palestino y cuatro personas, entre ellas dos niños, murieron y otras diez resultaron heridas en un ataque lanzado por un helicóptero israelí en Cisjordania, tras la detención de un jefe del movimiento radical islámico Hamas.
Además, las fuerzas israelíes mataron a un palestino que había logrado infiltrarse anoche en la colonia judía de Har Braja, en Cisjordania, hiriendo a dos colonos, informó la radio pública israelí. Un primer balance daba cuenta de tres israelíes heridos.
Rafaat Daraghmeh, de 26 años, jefe para la localidad de Tubas de las Brigadas Mártires de Al Aqsa, vinculadas al Fatah del presidente palestino Yasser Arafat, y miembro del servicio de inteligencia militar palestino, murió en su vehículo tras ser alcanzado por tres misiles, según fuentes de la seguridad palestina.
Dos adolescentes de 15 años, Yazid Abdelrazak y Sari Sbeih, que viajaban en el automóvil, así como una niña de seis años, Bahira Daraghmeh, y su primo, Osama Daraghmeh, de 10, que se encontraban cerca, murieron en el ataque, indicaron fuentes médicas palestinas.
En la colonia de Har Brakha, un palestino hirió a dos israelíes antes de ser abatido. El ataque fue reivindicado por el Frente popular de liberación de Palestina (FPLP).
El ejército israelí indicó que el ataque con helicópteros "formaba parte de la lucha contra las infraestructuras terroristas" y que lamentaba la muerte de "inocentes".
El negociador palestino Saeb Erakat calificó el incidente de "crimen". "Responsabilizamos de este crimen y sus consecuencias al gobierno israelí", dijo a la AFP, subrayando que "estas matanzas no dejan de perjudicar los esfuerzos internacionales para reactivar el proceso de paz".
El ataque se produjo después de que el ejército israelí detuviera a Hassan Yussef, un jefe político de Hamas, cerca de Ramallá.
Un responsable del Hamas en Gaza, Ismail Haniya, declaró a la AFP que su movimiento, responsable de diferentes atentados anti-israelíes lanzado últimamente, "no se quedará de brazos cruzados ante tales arrestos".
