AMMAN.- Las autoridades y los expertos jordanos están de acuerdo en subrayar que la economía de su país sufriría graves perjuicios si se llevase a cabo un ataque estadounidense contra Irak, sobre todo si se tratase de un conflicto prolongado.
Irak, el vecino oriental del reino hachemita, es el principal receptor de las exportaciones jordanas y el único proveedor de petróleo de Jordania. Satisface todas sus necesidades, con 5,5 millones de toneladas, la mitad de las cuales a título preferencial (19 dólares el barril) y el resto gratuitamente.
El primer ministro jordano, Alí Abu Ragheb, indicó recientemente que, en caso de ataque contra Bagdad, la magnitud de las consecuencias negativas para Jordania dependería "de la duración de ese ataque, del precio internacional del petróleo y de los futuros acontecimientos en Irak".
Jordania teme una ruptura de sus exportaciones hacia Irak (181,3 millones de dólares en el primer semestre de 2002), que representan la quinta parte del total de sus exportaciones. Se trata fundamentalmente de medicamentos, productos alimentarios, tabaco, cemento y fosfato.
A esto se agrega "la posible interrupción de los suministros de petróleo iraquí" transportado en camiones-cisterna, lo que afectará a varios sectores económicos, según el economista Fahed Fanek.
Jordania ya constituyó una "reserva estratégica de petróleo suficiente para darle tiempo para encontrar otras opciones" en caso de interrupción de los suministros iraquíes, destacó a fines de agosto Abu Ragheb.
En medios económicos no se excluye que Jordania adquiera un barco petrolero, que mantendría anclado en el puerto de Aqaba, para almacenar petróleo.
Si Jordania tuviera que comprar petróleo en el mercado mundial, la factura ascendería a 800 millones de dólares, según estimaciones del gobierno, que subraya que esto pondría fin a los planes de reformas y de desarrollo del país.
A principios de este año, Jordania lanzó un programa especial (de un costo de 385 millones de dólares) de lucha contra el desempleo, que afecta a la cuarta parte de la población activa.
Las exportaciones hacia Bagdad no serán las únicas afectadas, sino todas las exportaciones del reino, indicó por su parte Munir Hamarné, profesor de Economía en la Universidad jordana.
"Un ataque de larga duración contra Irak afectaría al sector del transporte, cuyos precios aumentarían necesariamente debido al alza prevista de los costos de los seguros", subrayó.
Tanto Fanek como Hamarné estimaron que la ayuda económica foránea, sobre todo la suministrada por Washington, que en 2002 asciende a 250 millones de dólares (ayuda civil), contra 150 millones de dólares en 2001, no lograría contrarrestar todos los efectos negativos que desencadenaría un ataque estadounidense.