JERUSALÉN.- El Gobierno israelí guarda silencio sobre el discurso de ayer del Presidente estadounidense, George W. Bush, y un posible ataque a Irak, pero continúa con sus amplias operaciones militares en los territorios palestinos.
Un palestino resultó muerto y otros siete heridos -dos de ellos de gravedad- en una incursión de las tropas israelíes hoy viernes en el sur de la franja de Gaza en la que derribaron 22 viviendas y cinco talleres, informaron fuentes locales.
Subhi Zeno, de 26 años, murió al ser alcanzado por una obús de tanque cuando intentaba evacuar la zona donde las tropas israelíes realizaron su ataque en los barrios de refugiados de Brasil, y Al Salam en la ciudad de Rafah, en la frontera con Egipto, informaron fuentes palestinas.
Las autoridades militares israelíes dijeron que se trataba de un activista de las Brigadas de los Mártires de Al Aksa, facción armada afiliada al movimiento nacionalista Al Fatah.
Según los testigos, fue uno de los ataques israelíes de mayor escala perpetrados en la localidad.
Alrededor de 50 tanques y vehículos blindados, entre ellos excavadoras militares, entraron por el norte, este y oeste de Rafah apoyados por tres helicópteros de combate que efectuaron disparos de ametralladora y lanzaron al menos un misil.
La ciudad de Rafah, en el extremo sur de la franja de Gaza tiene una población de unas 120.000 personas, la mayoría de ellos refugiados.
Los efectivos militares israelíes destrozaron 22 viviendas y cinco talleres, entre ellos dos de trabajos metalúrgicos y tres garajes de reparación de vehículos.
Según el Ejército israelí, los talleres eran utilizados por miembros de la resistencia palestina para fabricar morteros caseros.
Antes de irse las fuerzas israelíes distribuyeron octavillas en las que informan a la población que los ataques de la resistencia dificultarán sus vidas.
El Ejército ha intensificado esta semana sus incursiones en la franja de Gaza, donde la resistencia palestina continua perpetrando ataques esporádicos.
Una bomba hizo explosión esta mañana al pasar un autobús blindado israelí por el centro de ese territorio, y un misil casero fue disparado contra la escolta militar que lo acompañaba, sin causar heridos, informó la radio pública israelí.
En Cisjordania, donde el Ejército israelí ocupa casi todas las ciudades autónomas palestinas y mantiene a cientos de miles de personas bajo toque de queda desde hace casi tres meses, los soldados continúan hoy realizando incursiones, rastreos y detenciones de supuestos activistas de la Intifada.
Mientras continúan las operaciones militares, el primer ministro israelí, Ariel Sharón, ha optado por guardar silencio en cuanto al discurso de Bush ayer en la ONU, en el que afirmó que un ataque a Irak sería inevitable si ese país no obedece las resoluciones de la ONU.
A pesar de que no hay declaraciones oficiales, funcionarios de seguridad se encuentran satisfechos con las palabras de Bush, informa hoy la prensa local.
Entretanto, las autoridades israelíes continúan con sus preparativos para una posible guerra contra Irak.
Si EE.UU. ataca a ese país puede que Sadam Husein lance misiles
balísticos contra Israel como hizo en 1991, en la Guerra del golfo Pérsico.
Anoche un oficial de las Fuerzas Armadas intentó de nuevo tranquilizar a la población tras recibir acusaciones de que Israel no está preparado para un ataque con armamento no convencional.
Según el diario israelí, Jerusalem Post existe una polémica en cuanto a la efectividad de las máscaras de gas que se distribuyen entre los ciudadanos de forma gratuita. También se especula que podrían faltar unas 600.000 unidades.
Además, unos dos millones de israelíes no tienen acceso a refugios antiaéreos adecuados, añade el rotativo.
Por su parte, las autoridades municipales en la zona centro del país están llevando a cabo ejercicios de entrenamiento para el caso de que zonas pobladas sean objetivo de bombas convencionales, u armas químicas o biológicas.
Varios municipios llevan meses preparando la distribución de medicinas por si ocurren ataques con armas químicas y se han realizado ejercicios de evacuación de heridos en edificios colapsados. Otras localidades se plantean evacuar a la población al sur del país.