RAMALLÁ.- Las tropas israelíes ordenaron a todos los palestinos que están en el cuartel general de Yasser Arafat en Ramallá, Cisjordania, evacuar inmediatamente el lugar, advirtiéndoles que "se iba a producir una enorme explosión".
Hablando en árabe a través de altoparlantes, las tropas israelíes se dirigieron a todos los que están dentro del cuartel general de Arafat, ordenándoles "salir inmediatamente uno por uno y con las manos en alto porque se va a producir una gigantesca explosión".
Los soldados también dijeron a los residentes palestinos del área que evacuaran sus hogares debido a la explosión.
Un oficial palestino de seguridad que está dentro del cuartel general dijo telefónicamente que a pesar de la advertencia "nadie se va a entregar".
Poco antes otro oficial de seguridad palestino, que también está dentro del cuartel general, dijo que el ejército había colocado alambres alrededor de la oficina de Arafat y que los que están dentro esperaban que tropas israelíes entraran al lugar en las próximas horas.
"La situación es de destrucción total y esperan entrar en breve en la oficina de Arafat", subrayó, añadiendo que el ruido de las explosiones y de las zapadoras no se había detenido desde la mañana.
"Nos han dicho que nos rindamos o explotaran estas oficinas con nosotros dentro", dijo a la AFP otro responsable de seguridad que está en la oficina de Arafat.
Hamad Ziyadeh, que vive cerca del cuartel general, dijo que las tropas israelíes le indicaron que abriera puertas y ventanas de su casa "debido a la gran explosión que va a producirse" y que tanto él como su vecino decidieron sacar a los niños de la casa "porque tememos que la explosión pueda derrumbarla".
Ziyadeh añadió que había visto a los tanques retroceder del edificio de Arafat y que cree lo hicieron para quedar fuera de la onda expansiva de la explosión.
El ejército destruyó desde el inicio del asedio, mediante dinamita o bulldozers, la mayoría de los edificios de la Mukata. Sólo queda en pie el edificio que alberga las oficinas de Arafat aunque resultó dañado por la destrucción de locales contiguos.
Los soldados también destruyeron una pasarela que conectaba las oficinas de Arafat con una sala de recepción cercana, con lo que se le aisló completamente.
El gobierno de Ariel Sharon decidió el jueves, tras dos atentados suicidas en Israel, aislar a Arafat en sus oficinas de Ramalá y exigir la rendición de una veintena de palestinos que están atrincherados allí, entre ellos la de cuatro altos mandos de la seguridad acusados de estar "implicados en el terrorismo".
El secretario del gobierno, Gideon Saar, no había descartado la posibilidad de un asalto del ejército para detener a esas personas. "El ejército sabe perfectamente lo que tiene que hacer y recibirá, si es necesario, instrucciones de la dirigencia política", añadió.
Enfrentamientos y manifestaciones
Por la noche soldados israelíes y habitantes de Ramallá se enfrentaron en inmediaciones del cuartel de Arafat.
Después de que una manifestación en apoyo a Arafat fue disuelta por los militares con gases lacrimógenos, sobre la plaza al Manara y sobre la calle que lleva a la Mugata, donde Arafat está bajo asedio, un millar de personas lanzó piedras contra los soldados, que respondieron con disparos.
Los manifestantes se dirigieron después hacia la sede del parlamento palestino, a pesar de que en Ramallah las fuerzas israelíes impusieron el toque de queda.
También estaban en curso manifestaciones en otras ciudades de Cisjordania y Gaza para defender a Arafat, que según fuentes palestinas fue emplazado a dejar el edificio junto a todos sus acompañantes.
