JERUSALEN.- Israel mantendrá en pie el cerco al Presidente palestino, Yasser Arafat, en la Mukata de Ramallá a pesar de la resolución aprobada hoy martes por el Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York, según fuentes del Gobierno de Ariel Sharón.
"La ONU ha perdido de su credibilidad con esta resolución", declaró el embajador de Israel ante el organismo internacional a la radio pública de su país al término de la sesión, si bien consideró que "no existe peligro" de que el Consejo de Seguridad envíe una fuerza que obligue a este país a cumplirla.
El cerco a Arafat y a unos 200 hombres sitiados en el único edifico habitado en la arrasada Mukata entró hoy en su sexto día tras el fracaso el lunes de una primera negociación para superar la crisis y lograr su liberación.
La resolución adoptada en la ONU "es un paso correcto en la buena dirección", reaccionó el Presidente palestino por boca de su portavoz, Nabil Abu Rudeine, quien añadió que "lo que se debe hacer ahora es aplicarla de forma inmediata".
Miles de palestinos salieron anoche a la Plaza Manara de Ramallá, desafiando el toque de queda impuesto por las tropas de ocupación israelíes, para expresar -golpeando cacerolas, ollas y sartenes- su solidaridad con Arafat y los demás cautivos.
Los soldados israelíes reprimieron a los manifestantes con gases lacrimógenos sin que hubiera víctimas, informaron fuentes palestinas.
Desde que comenzó la actual crisis, el miércoles de la semana pasada, perdieron la vida 17 palestinos -entre estos dos niños- y 8 israelíes -siete de ellos en dos ataques de suicidas islámicos-, y cerca de 140 personas resultaron heridas en ambos bandos.
Nueve de los palestinos murieron esta madrugada en una invasión militar de blindados israelíes, apoyados por helicópteros Apache, a la franja de Gaza para atacar "la infraestructura terrorista" de las organizaciones de la resistencia islámica.
La resolución de la ONU también exige la evacuación del Ejército israelí de las ciudades palestinas ocupadas y bajo toque desde hace cerca de cuatro meses, y su retirada a las líneas que tenía el 28 de septiembre de 2000, cuando estalló el alzamiento (Intifada) por la independencia en Cisjordania y Gaza.
En medios del Gobierno de unidad nacional que preside Ariel Sharón no había reacción oficial pero se "lamentaba" la resolución, que promovieron Noruega, Bulgaria, Francia y el Reino Unido, y que se aprobó por 14 votos a favor y la abstención de Estados Unidos.
Estados Unidos, el principal aliado de Israel, criticó a Sharón por el cerco a Arafat y la destrucción de la Mukata, pero se abstuvo por la negativa de los demás miembros del Consejo de Seguridad a condenar expresamente al Movimiento de la Resistencia Islámica (HAMAS) y a la Yihad Islámica como "organizaciones terroristas".
En la ciudad de Gaza, bajo control de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y de sus fuerzas de seguridad, centenares de manifestantes se concentraron anoche frente a la sede de la Cámara Legislativa en ese territorio, donde dispararon sus armas al aire exigieron la liberación del presidente Arafat.
Fuentes palestinas indicaron que en esas manifestaciones de solidaridad en Gaza no participan los activistas de HAMAS y la Yihad Islámica, que son sus principales opositores, y han desoído sus llamamientos a no atacar objetivos dentro de Israel pues "ello atenta contra los intereses nacionales del pueblo palestino".
El asalto a la Mukata comenzó el pasado jueves tras dos ataques de suicidas de la Yihad Islámica y de HAMAS, uno que se inmoló junto a la localidad árabe de Um al Fahm, en el norte de Israel, y otro que se inmoló en un autobús de Tel Aviv; en ambos atentados murieron siete personas y resultaron heridas sesenta.
