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La crisis reduce la clase media argentina

Problemas de relación con familiares y amigos, la necesidad de abandonar el uso del teléfono móvil y la televisión por cable, la inseguridad, el miedo a perder el trabajo y hasta el pensar varias veces la compra de una determinado alimento se han convertido en razones suficientes para que un importante número de personas crea que ya no forma parte del sector medio de la sociedad.

28 de Septiembre de 2002 | 07:43 | EFE
BUENOS AIRES.- La clase media, que durante décadas fue el motor de la economía argentina, ha sido duramente castigada por la crisis que afecta a este país suramericano, al punto de que una gran cantidad de personas siente que ya no pertenece a ese sector social.

Una encuesta realizada por la empresa D’Alessio IROL en esta franja de la sociedad reveló que la crisis ha afectado la calidad de vida y las esperanzas de progreso del 65 por ciento de los consultados.

Problemas de relación con familiares y amigos, la necesidad de abandonar el uso del teléfono móvil y la televisión por cable, la inseguridad, el miedo a perder el trabajo y hasta el pensar varias veces la compra de una determinado alimento se han convertido en razones suficientes para que un importante número de personas crea que ya no forma parte del sector medio de la sociedad.

Para Luis González Estévez, director del Departamento de Sociología de la Universidad Católica, la crisis ha impactado "de forma directa y violenta" en la clase media, todo un símbolo de la sociedad argentina.

"La clase media fue históricamente un ámbito que expresó un perfil muy igualitario de la sociedad argentina, que siempre se caracterizó por estar integrada por un sector alto pequeño, uno bajo mayoritario y un gran colchón medio", dijo a EFE González Estévez.

"El índice de desempleo (que afecta al 21,5 por ciento de la población económicamente activa del país) antes incidía fundamentalmente en la clase baja, pero todos los estudios revelan que en la actualidad el mayor impacto ha sido en los sectores medios", sostuvo.

En este sentido, el sociólogo destacó que en esta franja social los principales perjudicados han sido los profesionales, emblemas de la clase media.

"Hay que tener en cuenta que la clase media no sólo se mide por el nivel de ingresos y de bienes, sino también por una cuestión de actitud", remarcó.

Según el estudio de la consultora D’Alessio IROL, para tratar de mantenerse, a pesar de la crisis, los niveles medios han realizado cambios significativos.

Uno de ellos ha sido dejar de utilizar los servicios no imprescindibles, como la televisión por cable y el teléfono móvil -"un símbolo muy claro del acceso a bienes", a juicio de González Estévez-, así como la no renovación de ordenadores y automóviles.

Las mujeres, por su parte, han incrementado su participación en el mercado laboral, del 24,5 por ciento en 1980 al 35,8 por ciento en el 2000.

"Tienen menos vergüenza de tomar trabajos que antes consideraban inferiores", indica el estudio, que afirma además que la austeridad se impone en el nivel medio, y hasta en el alto, de la sociedad. "La ostentación de riqueza queda mal", señala.

El sondeo marca que el tema que más preocupa (50 por ciento) a los encuestados es la falta de seguridad, seguido por el temor a perder el trabajo (28 por ciento) y el dinero (19 por ciento).

El quinto elemento destacado es que el 65 por ciento de los consultados estima que su consumo seguirá disminuyendo en los próximos seis meses, en tanto que el 57 por ciento dijo haber desistido de adquirir algún bien o de contratar un servicio.

En cuanto a los productos básicos, el 71 por ciento de los encuestados señaló que compra en diferentes locales comerciales para elegir el precio más conveniente y, en este punto, el 51 por ciento ha optado por adquirir artículos de marcas más baratas para "que las cuentas cierren".

El 30 por ciento reconoció haber reducido gastos, el 12 por ciento haber restringido salidas, el seis por ciento haber ahorrado luz, gas y teléfono, y el dos por ciento aseguró haber cambiado de medio de transporte.

En relación al origen de los productos, la encuesta de D’Alessio IROL indicó que el 43 por ciento del universo consultado dijo que actualmente prefiere artículos argentinos para favorecer a la industria nacional, aunque el 53 por ciento se inclina por los más baratos sin importar su procedencia.

La crisis ha afectado la calidad de vida del 65 por ciento de los sondeados, lo que incluye relaciones sociales, afectivas, salud y vacaciones.

"Este fenómeno en la clase media tiende a profundizarse en la medida de que la economía argentina no crezca", concluyó el sociólogo y académico González Estévez.

Argentina, cuya economía lleva cuatro años de recesión, sufre la peor crisis socio-económica de su historia, y, de acuerdo con los últimos datos oficiales, el 53 por ciento de la población vive en la pobreza.
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