EMOLTV

Crece inseguridad entre habitantes de Washington por francotirador

Las personas caminan en zig-zag por los estacionamientos, cargan gasolina y corren agachados hasta la tienda, o se esconden en el fondo de las estaciones de autobús. El único lugar donde hay más afluencia de público es en los centros de atención psicológica.

18 de Octubre de 2002 | 09:28 | DPA
WASHINGTON.- Más de dos semanas después de que comenzara la serie de asesinatos del francotirador de Washington, la Policía sigue con las manos vacías. El miedo en la población, en tanto, aumenta. Y con cada día en el que el asesino puede volver a atacar, crece la inseguridad y el nerviosismo.

Personas que caminan en zig-zag por los estacionamientos para no convertirse en blanco del francotirador, ciudadanos que cargan gasolina y corren agachados hasta la tienda, viajeros que se esconden en el fondo de las estaciones de autobús.

Lo que hasta hace poco era una tarea habitual en la que no se pensaba siquiera, se convirtió en estos días para muchos en una prueba involuntaria de su valor.

Mientras tanto, ya se perciben los efectos en la economía. No hay restaurante o tienda que no se lamente de las pérdidas. Y si habitualmente el otoño atrae a muchos visitantes a Washington y sus alrededores, la cifra de turistas descendió claramente. Muchos grupos, sobre todo de jubilados, cancelaron sus viajes. También las excursiones escolares se redujeron.

"En toda la zona de Washington, hay un vacío mayor del habitual", se lamenta J. Matthew Neitzey, del centro turístico del condado de Prince George, uno de los distritos afectados por los asesinatos en el Estado de Maryland. Mary Kay Ricks, que organiza tours a pie por Washington, sólo puede asentir. Si habitualmente cuenta con más de 30 participantes, ahora son generalmente menos de diez.

A Peter Moss de Silver Spring, cerca de Washington, nunca le hizo mucha gracia cortar el pasto. Pero hoy es más que rechazo lo que siente. Es miedo. "Cuando trabajo en el jardín delante de mi casa, miro constantemente hacia atrás. Sólo hago lo más necesario", admite el estadounidense de 49 años.

Irena Ingram de Bethesda deja parado el coche delante de la puerta de su casa. Se le terminó la gasolina, pero desde hace días que no se anima a ir hasta la gasolinera. "No tengo ganas de morirme", dice esta ama de casa.

La tienda de arte Michaels en Rockville suele tener mucho trabajo en esta época del año. Existen cientos de variantes de adornos otoñales e incluso hay ya decoración navideña en los escaparates. Actualmente, casi todo se vende a mitad de precio y, sin embargo, apenas hay clientes en sus pasillos. Son pocos los que se atreven a entrar después de que el francotirador atacara ya dos veces delante de una tienda de esta cadena, una de ellas con consecuencias fatales.

La Policía no cree que exista una relación entre los atentados y Michaels. "Puede ser que no tenga nada que ver, pero de todas maneras prefiero no arriesgarme", comenta Rita Gutiérrez. "No volveré hasta que el asesino haya sido atrapado", agregó.

Hasta entonces, la mujer de 33 años se atiene a los consejos que los expertos ofrecen a la preocupada población, aunque algunos críticos creen que así sólo impulsan el pánico y el miedo. Quien sale de noche, por ejemplo, debería moverse rápidamente, según las recomendaciones, y nunca en línea recta.

En los estacionamientos, es conveniente elegir rincones oscuros. Quien no pueda evitar estar de pie en un sitio, por ejemplo en una parada de autobús, debería resguardarse detrás de alguna columna. Y finalmente, al cargar gasolina es mejor estar agachado, dicen los expertos, incluso si queda en ridículo.

Quedar en ridículo es casi lo último que interesa a los habitantes de Washington estos días. Así, Stephanie Kurz corre cada vez de su coche al supermercado y si es de noche lo hace en zig-zag. Como en todas partes, también aquí el estacionamiento está más vacío de lo habitual.

El único lugar donde hay más afluencia de gente es en los centros de atención psicológica. Las líneas telefónicas de ayuda nunca antes habían sido utilizadas tanto.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?