MOSCU.- La guerra de Chechenia se recrudeció hoy con violentos combates mientras el Kremlin y el líder de los separatistas, Aslán Masjádov, intercambiaron declaraciones sobre unas negociaciones de paz cada vez más imposibles.
El mando de las tropas rusas emplazadas en Chechenia informó de intensos choques armados al oeste de la localidad de Jarsenói, donde las fuerzas federales cercaron a un destacamento guerrillero integrado por unos 30 hombres.
Fuentes militares indicaron que al menos cinco guerrilleros murieron en combate y que las tropas rusas continúan las operaciones para "aniquilar" a los separatistas cercados junto a Jarsanói, a unos 50 kilómetros al suroeste de Grozni, la capital chechena.
Un helicóptero militar MI-24 se estrelló hoy a unos 15 kilómetros de Grozni, sin que se produjeran víctimas entre sus tripulantes, según un parte del mando ruso, que atribuyó la pérdida del aparato a un fallo técnico.
Estas acciones siguieron a la difusión de una declaración del Presidente checheno deslegitimado por Moscú, en las que condenó el terrorismo y ofreció al Kremlin negociaciones sin condiciones previas para poner fin al conflicto en Chechenia.
Masjádov expresó su pésame a los familiares de las víctimas del reciente asalto de un teatro moscovita por un comando terrorista chechén, ataque que se cobró la vida de 128 rehenes y de 41 secuestradores.
"Ni la guerra ni objetivos político-militares pueden justificar la humillación de la dignidad humana ni el atentado contra los derechos inalienables de ciudadanos desarmados", añadió.
Masjádov recalcó que "los actos terroristas u otras acciones contra la población civil no forman parte de los métodos de lucha del movimiento de Resistencia".
Agregó que las "autoridades oficiales de Ichkeria (nombre que los chechenes le dan a Chechenia)" llevan a cabo una investigación de la toma de rehenes en Moscú y "adoptan medidas para impedir en el futuro semejantes excesos".
"La tragedia en Moscú es una prueba de que el conflicto (en Chechenia) ha alcanzado el punto más álgido de su desarrollo y de que no tiene una solución militar", añadió.
Masjádov recalcó que, pese a la presencia de tropas rusas en el territorio de Chechenia, "la parte chechena ha declarado y declara su disposición al diálogo político sin condiciones previas".
"La responsabilidad por la continuación de la guerra y de los sufrimientos de nuestros pueblos recae sobre las autoridades rusas", concluyó.
La declaración del líder de los separatistas, con fecha 10 de noviembre de 2002, fue insertada anoche en la página web chechen.org y recogida hoy por varios medios informativos rusos.
El domingo, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, descartó de manera definitiva cualquier negociación con Masjádov y acusó de complicidad con el terrorismo a quienes abogan por las negociaciones con el líder separatista.
Putin acusó a Masjádov de ser el responsable directo del conflicto y aseguró que "no habrá un segundo Jasaviurt", en alusión a los acuerdos que pusieron fin a la primera guerra de Chechenia (1994-1996).
El número uno del Kremlin sugirió a quienes piden que Rusia se siente "a la mesa de negociaciones con asesinos que dialoguen con Osama Bin Laden o el mulá Omar", el cerebro de la red terrorista Al Qaeda y el líder talibán en Afganistán, respectivamente.
La invectiva de Putin contra Masjádov se produjo ante una docena de líderes chechenes políticos, religiosos y empresariales leales a Moscú que el pasado viernes hicieron un llamamiento para convocar un referéndum constitucional como parte de un proceso de paz.
Putin advirtió con rotundidad de que "optar por Masjádov es optar por la guerra", en una tajante respuesta negativa a las conclusiones de una conferencia paralela de defensores de derechos humanos.
Tras dos días de reunión, la Conferencia para el Fin de la Guerra y un Acuerdo de Paz en la República Chechena llegó a la conclusión de que ese referéndum es "imposible hasta que no cesen las acciones militares".
