LA CORUÑA.- Miles de pescadores y mejilloneros gallegos intentaban el miércoles evitar que la marea negra provocada por el petrolero "Prestige" entrara en las Rías Bajas, ensenadas del sudoeste de Galicia, y mayor reserva de moluscos de Europa.
"Las manchas han llegado a las entradas" de las rías de Arousa, Pontevedra y Vigo, dijo en rueda de prensa en La Coruña, el vicepresidente primero del gobierno español, Mariano Rajoy.
La principal capa de fueloil industrial del petrolero liberiano que se hundió el 19 de noviembre a 250 km de las costas del noroeste español, se fragmentó. El petrolero perdió entre 10.000 y 20.000 toneladas de fueloil, de las 77.000 que transportaba inicialmente.
Por segundo día consecutivo y con sus propios medios, mariscadores y pescadores en desempleo técnico debido a la marea negra, al igual que voluntarios, salieron al mar en la zona de las Rías Bajas en lanchas fuera de borda, pesqueros y barcos especializados para recoger con palas, espumaderas, redes pequeñas y enormes cucharas mecánicas el fueloil esparcido en la superficie del mar.
"El fueloil no alcanzó las playas en el interior de la ría, donde se cultivan moluscos y almejas, pero en cambio llegó a las playas exteriores donde se juntan navajas (una especie alargada de mariscos)", declaró a la AFP un responsable de la cofradía de pescadores de O Grove.
La marea negra afectó la madrugada del miércoles el parque nacional de las Islas Atlánticas, formadas por las islas Cíes, Ons, Sálvora y Cortegada, que en teoría consitituyen una "zona protegida" en el sur del litoral gallego.
"Las rocas están impregnadas de fuel. Estoy indignada porque la marea negra dura desde hace 15 días y no hay forma de que las autoridades hagan algo", declaró a la AFP María Jesús Acunez, presidenta de la asociación de los pobladores de la isla de Ons.
"Asistimos impotentes a la destrucción de todo el litoral" gallego, aseguró de su lado Alberto Gil, portavoz en Vigo de la organización Ecologistas en Acción.
El debate político se trasladó a Madrid, donde el secretario general del opositor Partido Socialista Obrero Español (PSOE), José Luis Rodríguez Zapatero, pidió en una carta al presidente del gobierno, el conservador José María Aznar, que "se ponga al frente de un gabinete de crisis" para combatir los efectos del vertido de hidrocarburo del "Prestige", que comenzó el 13 de noviembre.
