LA PAZ.- Grupos de cocaleros realizaron el lunes bloqueos relámpago en la región central de Bolivia en el primer día de protestas contra la erradicación forzosa de sus cultivos, que el gobierno vincula con el narcotráfico. La nueva estrategia de los productores de coca, con veloces bloqueos simultáneos, buscó sorprender a unos 5.000 efectivos militares y policiales que custodian importantes tramos de la carretera troncal que atraviesa el central departamento de Cochabamba. Informes periodísticos dijeron que los campesinos levantaron durante la madrugada múltiples bloqueos, con troncos, rocas y neumáticos incendiados, pero que fueron dispersados con gases lagrimógenos por las fuerzas del orden. La cadena televisiva PAT dijo que cocaleros apostados en las márgenes de la carretera apedrearon autobuses de pasajeros y camiones de carga, provocando destrozos en varios vehículos y heridas en al menos dos personas. El prefecto (gobernador) de Cochabamba, Gustavo Rojas, declaró a cadenas radiales que, pese a los primeros incidentes, las tropas de ejército y policía despejaron los esporádicos bloqueos concentrados en la región tropical del Chapare. "Las carreteras están expeditas y bajo control de las fuerzas de la ley", dijo. Unas 45.000 familias de campesinos que producen hojas de coca en el Chapare se disponían a continuar indefinidamente el bloqueo de esa carretera, que une la región andina con los llanos del oriente boliviano, en acatamiento a una orden de su máximo líder, Evo Morales. Morales, un diputado indígena y ex candidato izquierdista a la presidencia de Bolivia, dispuso el bloqueo después de fracasar en negociacionés en torno a una inmediata suspensión de la erradicación de cocales en el Chapare. El gobierno del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, instaurado en agosto, dialoga con Morales desde hace cuatro meses en búsqueda de una salida de desarrollo alternativo a la problemática de la coca del Chapare. Pero se niega categóricamente a interrumpir la destrucción de los cocales de la zona, considerados ilegales y exclusivamente destinados a la producción de cocaína. Las leyes bolivianas permiten en otra región el cultivo de 12.000 hectáreas para la industria farmacéutica y la masticación de sus hojas entre los indígenas. Pero actualmente existen en Bolivia más de 24.000 hectáreas de plantaciones, unas 6.000 de ellas en el Chapare, según datos levantados por satélites de los Estados Unidos. "Tenemos que dialogar (...) pero lo que sí tengo que decir a todos es que no vamos a permitir que haya bloqueos o que haya violencia en Bolivia", dijo el mandatario el domingo, en un mensaje nocturno que se anticip a las primeras refriegas en el Chapare. "Cada día de bloqueo cuesta seis millones de dólares a la economía boliviana", advirtió. "No soy Papa Noel, no puedo dar todo a todos", agregó Sánchez de Lozada al referirse a las presiones de otros sectores que amenazan también con medidas de hecho. Su gobierno logró el domingo resolver una anunciada huelga de 48 horas que el principal organismo de choferes del transporte público decretó para el lunes, después de una similar medida que semiparalizó al país el miércoles. Paralelamente, varios ministros buscaban negociar con los líderes de una penosa marcha de millares de jubilados que avanza por el altiplano andino rumbo a La Paz para exigir el reajuste de sus rentas con la cotización del dólar y no por la inflación. Los humildes ancianos -entre 6.000 según la policía y 10.000 de acuerdo con los organizadores de la protesta- recorrieron en dos días unos 45 kilómetros de su prevista travesía de 110 kilómetros. Pero el sábado, al llegar bajo fuertes lluvias a la localidad de Calamarca, la marcha se paró a la espera de comprometida ayuda y socorro de organizaciones sindicales y humanitarias a sus extenuados protagonistas.
