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Inspectores de armas exigen radical cambio en actitud iraquí

Mientras Estados Unidos y Gran Bretaña seguían acumulando tropas en el Golfo Pérsico para una posible guerra contra el Presidente iraquí, Saddam Hussein, los inspectores dijeron que su misión del fin de semana en Bagdad para asegurar el cumplimiento pleno de las resoluciones de la ONU era crucial.

06 de Febrero de 2003 | 15:08 | Agencias/El Mercurio en Internet
NACIONES UNIDAS.- Los jefes de inspectores de armas de la ONU dijeron este jueves que el reloj está avanzando para Irak, y que Bagdad debe mejorar drásticamente su cooperación sobre desarme o enfrentará un juicio desfavorable en un informe clave a las potencias mundiales la semana próxima.

Mientras Estados Unidos y Gran Bretaña seguían acumulando tropas en el Golfo Pérsico para una posible guerra contra el Presidente iraquí, Saddam Hussein, los inspectores dijeron que su misión del fin de semana en Bagdad para asegurar el cumplimiento pleno de las resoluciones de la ONU era crucial.

"El mensaje procedente del Consejo de Seguridad (de la ONU) es muy claro: que Irak no está cooperando totalmente, que necesitan demostrar un cambio drástico en términos de cooperación" dijo el inspector nuclear Mohamed ElBaradei tras sostener conversaciones con el jefe de inspectores de armas de la ONU, Hans Blix.

"Se acabó el juego"

En tanto, en Washington, frente a la dura oposición de sus aliados, el Presidente George W. Bush dijo el jueves que los gobernantes "no deben retroceder" ante Saddam Hussein y exigió que se tomen medidas inmediatas para desarmar a Irak.

"Se acabó el juego", dijo Bush. "Saddam Hussein será detenido".

Bush dijo que está dispuesto a aceptar una nueva resolución de la ONU sobre Irak luego de la que fue aprobada en noviembre, pero sólo si conduce al desarme inmediato.

"El Consejo de Seguridad no debe retroceder cuando un dictador desafía y se burla de esos reclamos", dijo Bush. Si la ONU no actúa, "Estados Unidos, con una coalición creciente de naciones, está resuelto a tomar las medidas necesarias para defendernos y desarmar el régimen iraquí", aseguró.

Por su parte, el secretario de Estado Colin Powell dijo el jueves que derrocar a Hussein podría reformar el Oriente Medio en beneficio de los intereses de Estados Unidos y ayudaría a poner fin al conflicto árabe-israelí.

Powell dijo a la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado que atacar a Irak podría causar "algunas dificultades" durante el conflicto y en los meses inmediatamente posteriores a una guerra.

Sin embargo agregó que "creo que existe la posibilidad de un éxito que podría reformar fundamentalmente la región, especialmente si después de tal conflicto pudiéramos lograr un avance en la paz en el Oriente Medio".

Powell dijo que el problema de Washington con Irak no es sólo su renuencia a cooperar con las Naciones Unidas para eliminar cualquier arma de exterminio que pudiera tener.

"No podemos decir que no vamos a hacer nada porque nos causará algunos problemas en la región. Ese es el problema. No es sólo (la resolución de desarme de la ONU) 1441, es que Saddam Hussein es una amenaza para la región", declaró.

Blix y ElBaradei, quienes han dirigido más de dos meses de inspecciones de armas en Irak, regresarán a Bagdad el fin de semana. Ambos presentarán luego un nuevo informe ante el Consejo de Seguridad de la ONU el 14 de febrero.

Blair ha sugerido que el 14 de febrero podría ser una fecha clave para la guerra, al decir esta semana que "tomaría la decisión" después de esa fecha.

Estados Unidos y Gran Bretaña dicen que Irak ya está en violación sustancial de las resoluciones de la ONU y sería desarmada por la fuerza de sus presuntos arsenales de exterminio.

Los países árabes, y los estados europeos como Francia y Alemania, dicen que las inspecciones deberían completase antes de hacer un juicio final sobre el cumplimiento iraquí con resoluciones de la ONU.

Sin embargo, ElBaradei, quien el mes pasado dijo que su Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) necesitaba algunos meses más para completar su trabajo en Irak, sugirió que se está agotando el tiempo.

"Nuestra misión en Bagdad este fin de semana es crucial. Esperamos lograr el 100 por ciento de cooperación", declaró.

Hora avanzada

Blix también advirtió que Irak no ha cooperado lo suficiente para desarmarse, y que, si no cambia su rumbo, su próximo informe ante las Naciones Unidas reflejaría claramente sus frustraciones.

"Lo que no ha funcionado es que la parte iraquí debe presentar materiales prohibidos para su destrucción o presentar pruebas de que han sido destruidos", dijo Blix a los periodistas tras reunirse con el Primer Ministro británico, Tony Blair, en Londres.

"Esperamos que a esta hora avanzada (...) lleguen a una respuesta positiva. Si no lo hacen, entonces nuestro informe el próximo viernes no será lo que nos gustaría que fuera", declaró.

Francia reiteró el jueves que no sería convencida fácilmente de apoyar una guerra contra Irak, diciendo que se tiene que demostrar a la ONU que Irak posee armas de exterminio.

Francia -uno de los tres de los cinco países con poder de veto que están en contra de una acción militar y podrían negarle a una alianza británico- estadounidense el apoyo del Consejo de Seguridad de la ONU- dijo que no había llegado el momento para discutir una nueva resolución que allane el camino a una guerra.

Powell presentó en su exposición del miércoles en la ONU "sospechas, indicios y reportes de testigos (...) pero no grandes sorpresas, ni pruebas formales", dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Dominique de Villepin, a la radio "Europe 1", y agregó que las inspecciones deben continuar.

Después del discurso fundamentalmente técnico de 80 minutos de Powell, casi todos los miembros del Consejo de Seguridad coincidieron en que Hussein no ha cumplido en su totalidad las resoluciones de la ONU, pero pocos llegaron a sugerir que Irak representa una amenaza suficiente que amerite una guerra.

El discurso hizo poco para eliminar el jueves la incertidumbre de los mercados financieros, provocando una baja en las acciones y el oro, impulsando los bonos y apoyando el dólar.

El portavoz presidencial iraquí, Amer al-Saadi, anunció el jueves que Irak enviaría una carta a la ONU refutando las acusaciones de Estados Unidos.

"Vamos a enviar una carta detallada al Consejo de Seguridad que será nuestra respuesta oficial a todas las acusaciones para refutar punto por punto la declaración estadounidense realizada por Powell", dijo al-Saadi en conferencia de prensa.

La mayoría de los árabes opinó que las acusaciones de Powell no eran convincentes.

"Lo que escuchamos era para el público general y fundamentalmente los no informados, a fin de influir en su opinión y comprometerse a una agresión contra Iraq", dijo en Bagdad Amir al-Saadi, asesor científico de Hussein.

Sólo uno de los siete periódicos más importantes de Irak comentó sobre lo que calificó de "gran fracaso y un escándalo", porque Powell no logró producir evidencias de la existencia de armas prohibidas.

En su intervención en la ONU, Powell mostró fotos de satélites de presuntas instalaciones de armas químicas que desaparecían misteriosamente y grabaciones de conversaciones interceptadas entre funcionarios militares iraquíes.

"Si no actuamos enfrentaremos un futuro más aterrador", dijo. "Está claro que Saddam no se detendrá con nada hasta que algo lo detenga a él".

Además de Francia, China y Rusia -también con poder de veto- insistieron en que los inspectores de la ONU necesitaban más tiempo, una posición que apoyaron otros seis miembros del Consejo de Seguridad, entre ellos Alemania.

En Turquía -país que se cree podría ser usado como plataforma de lanzamiento de un ataque- el Primer Ministro Abdullah Gul dijo que sus tropas no combatirían en ninguna guerra en Irak y que aún tenía esperanzas de una solución pacífica.
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