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Putin busca con Schroeder y Chirac frente común contra la guerra

En Berlín hoy y mañana lunes en París, Putin celebrará consultas con el canciller alemán, Gerhard Schroeder, y el presidente francés, Jacques Chirac, los principales oponentes de EEUU dentro de la OTAN que rechazan los planes bélicos de Washington.

09 de Febrero de 2003 | 09:10 | EFE
MOSCÚ.- El Presidente ruso, Vladímir Putin, inició hoy una gira europea para "sincronizar los relojes" con Alemania y Francia sobre la crisis de Irak y defender en un frente común una alternativa política a los planes militaristas de Estados Unidos.

En Berlín hoy y mañana lunes en París, Putin celebrará consultas con el canciller alemán, Gerhard Schroeder, y el Presidente francés, Jacques Chirac, los principales oponentes de EEUU dentro de la OTAN que rechazan los planes bélicos de Washington.

El objetivo principal de la gira es "sincronizar los relojes respecto a los problemas internacionales más acuciantes", con la crisis iraquí como "tema clave" de las consultas, explicó Serguéi Prijodko, asesor de Putin para Asuntos Internacionales.

Prijodko destacó en particular la "coincidencia" de las posturas de Rusia y Alemania respecto a la "formación de un mundo multipolar y el fortalecimiento del papel de la ONU", como máxima instancia encargada de resolver los conflictos internacionales.

Previsiblemente, Schroeder y Chirac explicarán a Putin el plan alternativo de desarme iraquí que Berlín y París, según la prensa, elaboran para evitar la guerra y al que Rusia, como viejo amigo de Irak, podría buscar el imprescindible consentimiento de Bagdad.

El proyecto, según filtraciones, prevé el despliegue de miles de cascos azules de la ONU en Irak para asegurar las inspecciones, el proceso de desarme y el cumplimiento del régimen de sanciones que pesan sobre Bagdad desde que invadió Kuwait en 1990.

Rusia, que al igual que Alemania y Francia defiende una salida pacífica al conflicto de Irak, donde tiene importantes intereses petroleros, exigió a Bagdad una mayor cooperación con los expertos internacionales de armas para evitar la guerra.

Irak "debe emprender más esfuerzos para mejorar su cooperación con la comunidad mundial y aclarar las cuestiones que aún quedan sin resolver", señaló la Cancillería en Moscú mientras el jefe de la diplomacia rusa, Igor Ivanov, viajaba con Putin a Berlín.

El viceministro de Asuntos Exteriores, Yuri Fedótov, reclamó a Bagdad máxima apertura en sus contactos con los expertos de la ONU para despejar todos los interrogantes sobre sus programas de armas de destrucción masiva, incluidos los que EE.UU. ha planteado en la ONU.

"Irak no sólo debe dar acceso a los inspectores a las instalaciones y permitir que realicen investigaciones, sino también presentar documentación que confirme que las armas que había ya fueron destruidas", dijo Ivanov el pasado viernes.

Ivanov recalcó que una operación militar de EE.UU. contra Irak, a la que se opone la "mayoría aplastante" de los países, produciría "un cisma en la coalición antiterrorista internacional", en la que Moscú es aliado de Washington.

"Es mucho lo que está en juego, y por eso mismo Rusia busca con ahínco una solución diplomática al problema iraquí", señaló el ministro tras explicar ante el Parlamento los criterios de la diplomacia rusa en esta crisis.

Moscú no descartó la aprobación en el Consejo de Seguridad de la ONU de una nueva resolución sobre Irak, como pide EE.UU., pero subrayó que ésta no debería allanar el camino a la guerra, sino limitarse a reforzar el mandato de los inspectores de armas.

Al tiempo, Putin la semana pasada insinuó un posible giro cuando advirtió a Bagdad de que Rusia puede cambiar su postura y aprobar medidas más "duras" contra Irak si éste incumple sus compromisos de desarme.

Mientras el Kremlin sopesa sus intereses y vacila entre su tradicional amistad con Bagdad y la nueva alianza con Washington, la opinión pública rusa considera que EE.UU. ya ha tomado la decisión y la guerra es inevitable.

"El comienzo de la operación militar es sólo un asunto de tiempo, y Rusia en esta situación ante todo debe defender sus intereses económicos en Irak", afirmó hoy el director del Centro ruso de análisis de conflictos en Oriente Medio, Anatoli Shumilin.

Shumilin indicó que, sea cual sea el desenlace de la crisis, el Kremlin debe asegurarse la devolución de los más de 7.000 millones de dólares que Bagdad debe a Moscú desde tiempos de la URSS y la conservación de los multimillonarios contratos concertados para la prospección y extracción de crudo en Irak.

Consciente de esta preocupación rusa, EE.UU. ya ha prometido a Moscú respetar sus intereses después del eventual derrocamiento del régimen del presidente iraquí, Saddam Hussein, a cambio de su respaldo para la operación militar en ciernes.
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