PARIS.- Francia ha presentado a los jefes de los inspectores de la ONU y al Consejo de Seguridad una propuesta para reforzar las inspecciones de desarme en Irak, informó hoy, martes, el Ministerio de Exteriores.
El incremento del número de inspectores, mayores medios técnicos, en particular de vigilancia aérea, un centro para procesar los datos recogidos por los vuelos y los servicios secretos y la presencia en Irak de un representante permanente de los jefes de los inspectores son los principales puntos del plan.
La propuesta, un documento informal de trabajo que fue presentada ayer, fue redactada tomando como base las ideas de Francia y concertada con otros miembros del Consejo de Seguridad, en particular Alemania, explicó el portavoz del Ministerio, Francois Rivasseau, en rueda de prensa.
Señaló que los jefes de los inspectores de la ONU, Hans Blix y Mohamed El Baradei, aún no han respondido a la propuesta, que ya ha sido rechazada públicamente por Estados Unidos y Gran Bretaña.
Si bien la propuesta podría ser objeto de un "debate" en el Consejo de Seguridad, no requiere una nueva resolución ya que se enmarca en la 1.441 sobre el desarme iraquí, recalcó Rivasseau.
También será comunicada a la ONU la declaración de Francia, Alemania y Rusia, que en un frente común contra los planes de intervención militar de Estados Unidos en Irak abogan por reforzar las inspecciones.
La declaración fue emitida ayer tras la reunión en París de los presidentes francés, Jacques Chirac, y ruso, Vladímir Putin, quien la víspera se había reunido con el canciller alemán, Gerhard Schroeder, en Berlín.
En el documento informal presentado en Nueva York, Francia explica que el objetivo del dispositivo es aumentar la eficacia de las inspecciones y que sean más "intensivas y profundas".
La propuesta se articula en torno a cuatro ejes, el primero es reforzar los efectivos y diversificar al personal de las inspecciones, para "ampliar su cobertura geográfica", intensificarlas y profundizarlas.
Doblar o triplicar el número de inspectores hasta 240 o 360 permitiría doblar o triplicar el número de inspecciones diarias, señala el texto.
Además, podría ampliarse el cuerpo de seguridad, que actualmente protege los locales de los inspectores en Irak, para que garantice la vigilancia de ciertas instalaciones sospechosas o inspeccionadas.
Para profundizar en las inspecciones, se contratarían a otros expertos, como contables o analistas, para entender mejor los programas iraquíes de armas, así como a aduaneros que, en equipos móviles, verificarían que Irak no importa bienes militares o de doble uso prohibidos.
Se reforzaría la vigilancia aérea para permitir un control "permanente" del conjunto de las instalaciones en Irak y detectar eventuales movimientos en lugares que van a ser inspeccionados.
Francia, que saludó como "la eliminación de un obstáculo" la aceptación ayer, por Irak, de los vuelos de aviones-espía estadounidenses U2 reclamada por los inspectores, está dispuesta a poner a disposición de éstos dos aviones "Mirage IV", dos cisterna y un destacamento de unos 60 militares.
Rusia también estaría dispuesta a aportar aviones y equipos, dijo ayer su presidente. Alemania podía aportar aviones no tripulados.
Para facilitar la recogida y procesamiento de informaciones de los servicios secretos nacionales, y para procesar los datos recogidos por los vuelos de reconocimiento, podría crearse, según la propuesta, un centro de coordinación en Nueva York o Viena (donde tiene su sede el Organismo Internacional de Energía Atómica dirigido por El Baradei).
El centro contaría con entre cinco y diez expertos en el tratamiento de imágenes por satélite.
Por otra parte, dado que Blix y El Baradei no tienen vocación de estar "permanentemente" en Irak, sería útil que tuvieran en Bagdad a un representante fijo, que sería el interlocutor de las autoridades iraquíes y que coordinaría in situ las acciones de los inspectores de la comisión de desarme de la ONU y del OIEA.
