ASUNCION.— El Presidente paraguayo, Luis González Macchi, sobrevió a un intento de juicio político, al no reunir el Senado los 30 votos necesarios para destituirlo.
González Macchi, acusado de mal desempeño en sus funciones, seguirá en el poder hasta agosto.
Tras más de diez horas de debate, 25 de los 45 integrantes de la Cámara Alta votaron por la destitución de González Macchi mientras que 18 lo hicieron por su absolución, no alcanzándose así los dos tercios necesarios para dictar fallo en el juicio político en su contra iniciado en diciembre.
El mandatario, de 55 años, estaba acusado de un desvío ilegal de 16 millones de dólares del Banco Central al Citibank de Nueva York, irregularidades en el proceso de privatización de la compañía telefónica estatal Copaco y de adulterar las inscripciones del Ejército para aumentar el presupuesto de esa fuerza.
También se le imputaban otros delitos comunes como la posesión de un automóvil robado.
De esta forma, González Macchi permanecerá en el poder hasta el 15 de agosto cuando asuma el presidente electo en los comicios generales del 27 de abril.
Aunque durante el fin de semana todo indicaba que la suerte del presidente estaba echada, las negociaciones encabezadas por sus partidarios dieron frutos.
Por la mañana, antes de ingresar al Palacio de Gobierno, González Macchi había declarado a la prensa que se encontraba "con la tranquilidad de un acusado que espera ser juzgado por los senadores de la nación, con mucha fe y esperanza en mi conciencia" y aseguró que acataría el fallo de los legisladores cualquiera fuera la decisión.
Este es el segundo juicio político contra un jefe de Estado en un mismo período de gobierno. El primero fue en marzo de 1999 contra el entonces presidente Raúl Cubas, proceso que quedó interrumpido tras su abrupta renuncia.