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Cauteloso silencio de Irak a supuesta grabación de Bin Laden

Por el momento, ni la prensa ni las autoridades de Bagdad han ofrecido respuesta alguna a este presunto mensaje de Bin Laden, quien, sin embargo, también condenaba al régimen iraquí, al que -y no hay nada de novedoso en ello- siempre ha considerado "ateo e impío".

12 de Febrero de 2003 | 07:50 | EFE
BAGDAD.- El régimen iraquí acogió hoy con cautela la cinta sonora emitida anoche por el canal qatarí de televisión "Al Jazeera", en la que una voz, supuestamente del terrorista Osama Bin Laden, convocaba a los musulmanes a defender Irak, pero calificaba de "ilegítimo" a Saddam Hussein.

Por el momento, ni la prensa ni las autoridades de Bagdad han ofrecido respuesta alguna a este presunto mensaje de Bin Laden, quien, sin embargo, también condenaba al régimen iraquí, al que -y no hay nada de novedoso en ello- siempre ha considerado "ateo e impío".

En su línea tremendista habitual, una voz que podría ser la del líder de la red terrorista Al Qaeda afirmaba que "seguimos con gran preocupación los preparativos que los cruzados hacen para lanzar una guerra contra la antigua capital de los musulmanes e instalar en ella un gobierno títere."

"Luchad contra los déspotas. Os recuerdo que la victoria sólo es capaz de otorgarla Dios", insistía la supuesta voz de Bin Laden, que también manifestaba que "serán apostatas, y su sangre merecerá ser derramada", todos aquellos líderes árabes o musulmanes que apoyen una eventual acción militar de Estados Unidos contra Irak.

Esto último parece un claro mensaje del líder de Al Qaeda contra los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG, integrado por Arabia Saudí, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán y Qatar) que recientemente decidieron estudiar el envío de tropas a Kuwait para protegerle de una hipotética agresión iraquí.

Aunque "Al Jazeera" dejó claro que la cinta no establecía un vínculo entre Al Qaeda y el régimen iraquí, como se empeña en subrayar Estados Unidos, el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, no era de esa misma opinión.

En una intervención ante una comisión del Senado, Powell manifestó que "ya no se puede mirar hacia otro lado o hacer caso omiso del vínculo entre los terroristas y los Estados que desarrollan armas de destrucción masiva", en alusión a Irak.

Pese a que los equipos de inspectores de la ONU señalan que no han encontrado nada significativo, Washington insiste una y otra vez en que Irak no se ha despojado de su armamento de destrucción masiva y hace caso omiso de la resolución 1441 de Naciones Unidas, que le obliga a desarmarse o, en caso contrario, "afrontar graves consecuencias."

Por ello, dadas las circunstancias, los observadores consideran lógico el silencio del régimen de Bagdad en un momento tan delicado como éste, cuando sólo faltan dos días para que los jefes de los equipos de inspectores, Hans Blix y Mohamed El Baradei, entreguen al Consejo de Seguridad un informe de situación sobre Irak, que puede ser clave para el futuro de la actual crisis.

La lectura de dicho informe, presentado a puerta cerrada, determinará si tiene fundamento el ligero optimismo que se percibe últimamente en buena parte de la comunidad internacional sobre una resolución pacífica de la crisis o, por el contrario, no sirve más que para azuzar a EEUU y el Reino Unido -apoyados por un grupo de países acólitos- a desencadenar una intervención militar en Irak.

Entretanto, el cardenal francés Roger Etchegaray, enviado especial del Papa Juan Pablo II a Bagdad, mantiene hoy una serie de entrevistas con algunos de los principales dirigentes del régimen iraquí, como el viceprimer ministro, Tarek Aziz (de religión cristiana) o el vicepresidente del país, Taha Yasin Ramadán.

Aún no se sabe si el prelado se reunirá con el propio presidente iraquí, Saddam Hussein, para quien trae un mensaje personal de Juan Pablo II.

Etchegaray, quien esta tarde celebrará una misa por la paz en la Catedral Caldea de Bagdad, dijo ayer nada más llegar a la capital iraquí que el propósito de su visita es "instar a las autoridades de Irak a que colaboren al máximo con la ONU, de acuerdo con los principios de la justicia y el derecho internacional."

El purpurado, quien se declaró "conmovido por la situación del pueblo iraquí, que se encuentra extenuado tras doce años de embargo" impuesto a Irak por la ONU tras la invasión de Kuwait, en 1990, manifestó su optimismo en la paz, para lo que citó una frase de San Pablo: "Hay que seguir esperándolo todo, aunque sea contra toda esperanza."
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