EMOLTV

Infructuosa búsqueda de tres norteamericanos en Colombia

Más de 2.000 militares y una docena de aeronaves barren una extensa región montañosa de departamento de Caquetá, en el sur de ese país, tras la pista de los ocupantes de un avión de inteligencia de EE.UU. que se estrelló en la zona a fines de la semana pasada.

17 de Febrero de 2003 | 15:28 | AFP
BOGOTA.- Una gigantesca operación militar para rescatar a tres estadounidenses secuestrados por las FARC proseguía sin éxito hasta este lunes, cuatro días después que el avión de inteligencia en que viajaban cayera en las selvas del sur de Colombia, en plena zona guerrillera.

Mientras más de 2.000 militares y una docena de aeronaves barrían una extensa región montañosa del sureño departamento de Caquetá, crecía en el país la expectativa sobre la forma en que reaccionará Estados Unidos en caso de que el secuestro de sus ciudadanos se prolongue.

Las operaciones abarcan unos 7.000 km2 entre los municipios de El Doncello, La Montañita, Puerto Rico, el Paujil, y Florencia -capital de Caquetá- en cercanías de donde el jueves fue hallada incinerada la avioneta tipo Cessna y los cuerpos baleados de dos de sus cinco ocupantes, un estadounidense y un colombiano.

Las tropas que se adentran en las montañas son apoyadas por sobrevuelos de nueve helicópteros Black Hawk, Arpía y Rapaz y aviones AC-47, así como por un aparato plataforma -de inteligencia y reconocimiento- de Estados Unidos, cuyo Gobierno envió desde el viernes a un grupo de expertos en operaciones militares de rescate.

La ofensiva militar hasta ahora sólo arrojó la captura el domingo en la zona de un guerrillero de las FARC, quien será investigado por la Fiscalía para determinar si pertenecía al grupo que secuestró a los otros tres ocupantes de la avioneta.

El domingo las autoridades iniciaron una minuciosa revisión de los restos de la aeronave, que presenta más de 15 impactos de fusil M-60 y -según el diario El Tiempo de este lunes- la hélice y la cola destruidas, al parecer por dos rockets que habrían disparado los guerrilleros.

"Los tiros que pegaban en las alas y otros lados sonaban secos y retumbaban por este cañón", narró al rotativo un campesino que dijo haber sido testigo de que la guerrilla derribó la avioneta y luego, en tierra, la destruyó con rockets.

El domingo el director de la Policía Nacional, general Teodoro Campo, dijo que la avioneta "no fue derribada", sino que recibió los impactos "estando ya en el proceso de un aterrizaje de emergencia".

Las autoridades colombianas y estadounidenses sostienen que la avioneta debió realizar un aterrizaje de emergencia en un cerro al norte de Florencia (unos 600 km al sur de Bogotá), tras sufrir un desperfecto mecánico en el motor.

La avioneta cayó en la zona cuando realizaba labores de inteligencia antidrogas y cumplía la ruta entre Bogotá y la base militar de Tres Esquinas, en el sur de Colombia.

Hasta la aeronave llegaron los insurgentes, quienes según dijo el propio presidente Alvaro Uribe "asesinaron" al estadounidense Jennis Thomas y al sargento colombiano Luis Alcides Cruz, hallados junto a los restos del avión con "tiros de gracia" de acuerdo con el jefe de las Fuerzas Militares, general Jorge Mora.

Hasta el momento la reacción pública del gobierno estadounidense, que financia con más de 2.000 millones de dólares la lucha antidrogas y anti-insurgente, se ha limitado a exigir la liberación de los otros tres ocupantes del avión.

"No hay duda de que todo esto constituye un desafío de la guerrilla a Estados Unidos y que tales hechos pueden tener consecuencias impredecibles. Casi siempre (ese país) responde drásticamente ante hechos que ponen en peligro la vida" de sus ciudadanos, dijo a la AFP el ex canciller Augusto Ramírez.

Esta sería la primera vez que funcionarios del gobierno de Estados Unidos son secuestrados por insurgentes colombianos en el conflicto armado de casi cuatro décadas. En otras oportunidades han sido plagiados misioneros y empresarios de ese país.

Aunque las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) no se ha atribuido la acción, analistas suponen que los estadounidenses serían usados para presionar al gobierno a un canje de rebeldes en prisión por una veintena de políticos, entre ellos la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, y 47 uniformados que tienen en su poder.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?