SUROESTE DE IRAK.- Tras la furiosa tormenta de anoche, la peor desde que comenzó el despliegue aliado en el golfo, el convoy de marines estadounidenses en el suroeste de Irak reanudó hoy su marcha hacia Bagdad.
El convoy, en el que viaja el enviado especial de EFE, espera avanzar hoy otros 100 kilómetros hacia la capital, que amaneció por séptimo día consecutivo con fuertes bombardeos de los aviones anglo-estadounidenses.
Antes del alba, había una frenética actividad en el campamento de las fuerzas estadounidenses en el suroeste de Irak.
Limpiar los vehículos, ardua tarea tras la acumulación de polvo arena y barro limpieza, y puesta a punto del armamento ocuparon las primeras horas de hoy miércoles para todos los marines del convoy.
Al menos las horas transcurridas durante la tormenta han permitido recuperar el sueño atrasado. Muchos de los conductores a penas han dormido dos horas diarias desde que comenzó la invasión de Irak desde el norte de Kuwait.
Aunque el avance puede verse dificultado por el barro acumulado a raíz de las intensas lluvias del martes, las carreteras parecen en mejores condiciones de lo que se preveía en el momento de la partida.
La tormenta de arena, relámpagos, truenos e intensa lluvia detuvo ayer la marcha del convoy de marines estadounidenses hacia Bagdad.
Un oficial reconoció que las fuerzas armadas estadounidenses no pueden avanzar con estas tormentas y afirmó que es lo único que puede detenerlos en su marcha a Bagdad.
