SILOPI, Turquía.- La aviación aliada bombardeó hoy las rampas de lanzamiento de misiles iraquíes en Mosul, al norte de Irak, donde las fuerzas kurdas y las de EEUU refuerzan el frente tras capturar la base de los radicales islámicos de Ansar Al-Islam.
El ataque aéreo se produjo de madrugada y después de que durante la noche se escuchasen varias explosiones en diversos puntos del extrarradio de la ciudad de Mosul, a unos 450 kilómetros al norte de Bagdad.
Los proyectiles, indicaron fuentes militares kurdas desde la localidad de Dihok, impactaron en puntos de los alrededores de la urbe identificados como los lugares en los que las tropas iraquíes podían ocultar las plataformas de lanzamiento de misiles.
Mandos de la milicia kurda, que reciben información de los movimientos militares en Mosul por medio de colaboradores infiltrados en el bando iraquí, señalaron antes del ataque aéreo que las tropas del presidente Saddam Husseín disponían de rampas para el lanzamiento de misiles Al Samoud en las afueras de la urbe.
La ciudad de Mosul, con una larga tradición de proximidad al régimen de Saddam Hussein, está protegida por una división de soldados del Ejército, otra de la Guardia Republicana, y unidades de la Guardia Especial Republicana.
Mosul, poblada por unas 300.000 personas, está siendo atacada por la aviación aliada desde el comienzo de la guerra, y junto con la ciudad de Kirkuk, al sureste, es uno de los primeros objetivos de la aguardada ofensiva militar por el norte de Irak.
Según un mando militar de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), más de 40 soldados iraquíes se han rendido a sus fuerzas durante los últimos dos días de bombardeos aliados sobre posiciones ubicadas al este de Mosul.
Las formaciones políticas kurdas que rigen la región autónoma, el Partido Democrático del Kurdistán (PDK) y la UPK, han asegurado a Washington que los cerca de 60.000 hombres que están a sus órdenes atacarán Mosul y Kirkuk cuando las fuerzas estadounidenses activen el frente norte.
Fuentes de la UPK aseguraron que el mando estadounidense coordinará toda la actividad militar de la milicia kurda y añadieron que "de momento no vamos a seguir avanzando hacia Kirkuk, y tampoco en dirección a Mosul, hasta que el Ejército de EEUU nos pida que lo hagamos".
Aunque a los cerca de mil paracaidistas estadounidenses que se lanzaron el pasado jueves sobre la región del Kurdistán iraquí se habrán unido este fin de semana varios miles de soldados, el frente del norte de Irak todavía es inexistente.
"Antes de abrir el frente norte hay que reforzar las defensas, mejorar la coordinación de la milicia kurda y ampliar lo suficiente el tamaño de las tropas estadounidenses en la región", señaló el general kurdo Aziz Huwas desde la localidad de Sulahaddin.
Las fuerzas kurdas se vieron en la noche del viernes en serias dificultades cuando las tropas iraquíes atacaron con intenso fuego de artillería su posición, situada a unos 25 kilómetros al este de Kirkuk.
Horas antes del ataque, los combatientes de la UPK habían tomado esa posición en lo alto de una colina a los soldados iraquíes, que la abandonaron ante el bombardeo efectuado por la aviación sobre las defensas que protegen Kirkuk.
La captura el viernes del bastión del grupo extremista Ansar Al-Islam en la cordillera de Shram, al nordeste del Kurdistán iraquí y cerca de la frontera con Irak, permitirá a las fuerzas estadounidenses y kurdas concentrarse ahora en la batalla contra las tropas de Saddam Hussein.
La base de Ansar Al-Islam, grupo que disponía de unos 700 militantes y al que Washington vincula con la red terrorista Al Qaeda, fue atacada el viernes por cerca de 6.000 combatientes kurdos apoyados por soldados de las fuerzas especiales.
Durante la operación militar, que estuvo precedida de intensos bombardeos de la aviación aliada, murieron alrededor de 60 militantes del grupo, dos fueron capturados y el resto huyó por las montañas en dirección a la frontera iraní.
