BEIRUT.- El presidente del Parlamento libanés dijo el sábado que los árabes se unirían para rechazar cualquier agresión contra Siria, un día después de que Washington advirtiera a Damasco que no se inmiscuya en la guerra liderada por Estados Unidos contra Irak.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, dijo el viernes que Washington poseía información de envíos de suministros militares que cruzaron la frontera entre Siria e Irak, aparentemente para ayudar a las fuerzas del Presidente Saddam Hussein. Rumsfeld advirtió que Siria sería responsable de estos "actos hostiles".
El presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, que junto con Siria se opone a la guerra contra Irak, dijo que Rumsfeld estaba buscando "un pretexto para esconder su derrota y falta de victorias en el sur de Irak".
"Cualquier agresión contra Siria convertiría a la nación árabe -del océano (Atlántico) hacia el Golfo (Pérsico)- en un solo frente sur", manifestó Berri en un comunicado.
"El sur es el sur, ya sea el Líbano o Irak", dijo refiriéndose a la lucha libanesa durante 22 años contra la ocupación israelí en el sur del Líbano que terminó en 2000.
Siria, que mantiene una gran influencia política y militar en el Líbano, y está en la lista estadounidense de patrocinadores del "terrorismo" por su apoyo al grupo libanés Hezbollá, también desestimó las acusaciones de Rumsfeld.
Berri es un abogado educado en Estados Unidos y un influyente líder seglar del movimiento chiíta Amal, que junto con Hezbollá se enfrentó a Israel durante la ocupación.
