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Saqueo en Basora impide distribución de ayuda humanitaria

Anoche, el barco "The Pearl of Fujairah" amarró en un puerto militar kuwaití, que controlan las tropas de EE.UU., con 50.000 toneladas de trigo, lo que constituye el primer cargamento civil de ese tamaño que llega a Oriente Medio destinado a la población iraquí desde que comenzó la guerra.

09 de Abril de 2003 | 08:14 | EFE
KUWAIT.- El programa "Petróleo por Alimentos" reanuda finalmente su labor mientras los funcionarios de la ONU se preguntan si podrán llevar a cabo la distribución de la comida debido a los preocupantes informes de pillaje descontrolado en Basora.

Anoche, el barco "The Pearl of Fujairah" amarró en un puerto militar kuwaití, que controlan las tropas de EE.UU., con 50.000 toneladas de trigo, lo que constituye el primer cargamento civil de ese tamaño que llega a Oriente Medio destinado a la población iraquí desde que comenzó la guerra.

Esa cantidad de trigo es suficiente para alimentar a alrededor de 1,7 millones de personas durante seis meses.

Otro barco australiano con el mismo cargamento se dirige en estos momentos hacia el puerto jordano de Aqaba, en el Mar Rojo, para así abrir dos corredores de ayuda humanitaria, uno por el este y el otro por el oeste.

Se trata del primer cargamento de comida que ha sido descargado en la zona como parte del programa "Petróleo por Alimentos" desde que este acuerdo fuera suspendido dos días antes del comienzo de la invasión de Irak, el pasado 20 de marzo.

Antes de la guerra, Australia era el principal exportador de trigo a Irak, como parte de ese plan, y los contratos eran de un valor de 400 millones de dólares al año.

El programa "Petróleo por Alimentos" fue creado por la resolución 986 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en 1996 a fin de permitir a Irak exportar crudo y utilizar las ganancias para frenar la crisis humanitaria provocada por el embargo impuesto desde hace doce años.

Por esta razón, tras el probable desmantelamiento del régimen de Saddam Hussein el embargo será levantado y no habrá necesidad de continuar con ese programa, el más grande de la ONU y del que depende un 60 por ciento de la población iraquí.

La nueva resolución del Consejo de Seguridad, aprobada el pasado 28 de marzo, concedió durante 45 días poder al secretario general de la ONU, Kofi Annan, para revisar y renegociar los contratos pendientes para que respondan a las necesidades de los iraquíes en esta situación de conflicto.

El hecho de autorizar a las agencias de las Naciones Unidas el uso de la comida y medicinas adquiridas a cambio de petróleo iraquí si surge la necesidad ha provocado fuertes críticas en Oriente Medio por parte del régimen de Sadam Husein que lo rechaza de plano, y de la mayoría de los exportadores en Jordania que se niegan a cooperar con el nuevo acuerdo.

Además, la ayuda humanitaria se enfrenta al problema del acceso a los necesitados, debido a los enfrentamientos que continúan en Irak, y el pillaje descontrolado que sacude desde ayer a Basora y hoy a partes de la capital.

Tras la toma de Basora y la aniquilación de los dirigentes del régimen Baaz en esa localidad estos últimos días ha surgido un vacío de poder que desborda a las tropas británicas.

Funcionarios del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas expresaron su grave preocupación por este último fenómeno debido a que esperan entrar en el sur de Irak, por la frontera kuwaití, lo antes posible y temen ser asaltados.

La mayoría de los organismos de ayuda humanitaria adoptan como regla llevar a cabo la distribución de alimentos, medicinas u otros artículos de primera necesidad siempre sin protección militar para así mantener su neutralidad.

El PMA planea abastecer a la población iraquí con 400.000 toneladas de alimentos al mes, que entrarán al país por medio de cinco vías de acceso, hasta que se restablezca la venta de petróleo e Irak vuelva a poder negociar sus propios contratos.

El plan del PMA es asistir a la población iraquí hasta que esta desarrolle la capacidad de auto-gestionarse durante un periodo provisional de seis meses.

Hasta el momento y desde que comenzó la guerra no ha entrado ni un camión de las Naciones Unidas en Irak.

La ONU tan sólo ha llevado a cabo misiones de reconocimiento en el puerto de Um Qasar, en el extremo sur de ese país, para estudiar la posibilidad de reactivarlo y usarlo como un primer corredor humanitario, dada la relativa calma en esa zona tras la ocupación de la provincia de Basora por el Ejército británico.

Debido a la falta de mantenimiento, en Um Qasar sólo pueden entrar barcos con una carga inferior a 10.000 toneladas de peso.