LIMA.- Unos 2.500 campesinos cocaleros peruanos marcharon hoy por el centro de Lima para exigir al Gobierno que suspenda el programa de erradicación forzosa de hoja de coca y que libere a uno de sus dirigentes, encarcelado por presunta apología del terrorismo.
Los campesinos llegaron a Lima a pie en una marcha de "sacrificio’’ que emprendieron hace 12 días desde las 14 cuencas cocaleras del país para pedir al presidente peruano, Alejandro Toledo, que escuche sus reclamos y busque soluciones.
Nancy Obregón, vicepresidenta de la Confederación Nacional de Productores de Hoja de Coca, que encabeza la marcha, manifestó que no se cumplen los acuerdos alcanzados en varias reuniones con la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), el organismo peruano de lucha antidrogas.
Según Obregón, los campesinos no han logrado la reducción gradual y concertada de los cultivos ilegales de coca, materia prima de la cocaína, ya que los representantes oficiales erradican de forma obligatoria las plantaciones lo que perjudica a los cultivadores de la hoja.
Asimismo, los dirigentes también piden que se les entregue el dinero de la cooperación internacional directamente a los agricultores y no por medio de las organizaciones no gubernamentales, que, según los campesinos, interfieren en el desarrollo de las zonas cocaleras.
Durante la protesta, los más de 2.000 campesinos marcharon pacíficamente y fueron seguidos muy de cerca por miembros de la policía nacional para evitar cualquier desorden.
El dirigente Alejandro Gutiérrez informó de que en las últimas horas abandonaron la marcha 38 personas debido a que su estado de salud comenzó a deteriorarse con síntomas de debilidad, deshidratación y por los continuos cambios de clima.
Los dirigentes también pidieron la liberación del dirigente cocalero Nelson Palomino, quien fue encarcelado el pasado mes de febrero acusado de apología del terrorismo durante una protesta campesina que dejó un saldo de más de 70 heridos y decenas de detenidos.
Tras los incidentes, los dirigentes decidieron dar una tregua al Gobierno para llegar a un acuerdo, aunque los campesinos no quedaron satisfechos con las propuestas recibidas y decidieron emprender la marcha de "sacrificio" hace doce días.
Por su parte, Devida reiteró su disposición a dialogar con los campesinos y afirmó que escucharán todas sus demandas excepto la liberación de Nelson Palomino, que, según dijo Nils Ericsson, presidente del organismo, es competencia del Poder Judicial.
Devida también consideró que la protesta es obra de "un grupo minoritario" de cocaleros que insiste en "desinformar" sobre los avances del proceso de diálogo que lleva a cabo el Gobierno con los productores de coca.
Los datos oficiales indican que actualmente existen 36.000 hectáreas de cultivos de hoja de coca ilegal en Perú, donde la ley sólo permite cultivar un máximo de 12.000 hectáreas para el consumo tradicional andino, donde se masca o se toma en infusión.
Por su parte, la Empresa Nacional de la Coca (Enaco) de Perú informó hoy que existen aproximadamente 60.000 hectáreas de cultivos de coca con una producción de 30.000 toneladas métricas en todo el país.
